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Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (3) 2020
Watson y Crick y su descubrimiento de la estructura
del ADN (con 5307 citas), y el descubrimiento de
la capa de ozono (con 1871 citas) no guran ni
cercanamente entre los 100 más citados.
El caso de Francis Peyton Rous, es otro ejemplo
de la debilidad del uso de las citas como sinónimo de
calidad cientíca. Rous (1910) publicó a principios
del siglo XX un artículo sobre el papel de los virus
en los tumores. El hallazgo de Rous fue rechazado
por los sostenedores de los paradigmas dominantes
de esa época y por lo tanto el trabajo no era citado y
Rous se vio obligado por muchos años a abandonar
esa línea de trabajo. En 1966, 56 años después de la
publicación de su trabajo, Rous recibió el Premio
Nobel de Fisiología o Medicina por ese artículo y
su mirada pionera.
Más allá de la evidencia empírica que estas
anécdotas proveen, la política de utilizar las citas
para evaluar la calidad de la ciencia tiene serias
consecuencias (Crisci, 2008; Crisci & Apodaca,
2017; Crisci et al., 2019) que conviene listar:
- Inhibición de la creatividad, es decir ajustarse a
las modas, no tomar riesgos, quedarse dentro
de los paradigmas dominantes eludiendo temas
que se salen de ellos. La historia de la ciencia
muestra que el mayor progreso ocurre cuando el
paradigma dominante es desaado o revocado
(Kuhn, 1970).
- Cosicación (reicación) de la calidad cientíca,
es decir convertir algo abstracto (logro cientíco)
en algo concreto y cuanticable.
- Una “lógica de mercado” de la ciencia, donde el
número de consumidores del producto determina
el valor del mismo.
- Las revistas con mayor número de citas se
transforman en un factor de poder que inuye
en las decisiones sobre políticas cientícas,
nacionales e internacionales.
- La desvalorización de temas con valor local o
regional, ya que las revistas con alto factor de
impacto aceptan solo temas que a su criterio son
de interés global.
- Industrialización de la ciencia (Marcuse, 1964),
es decir una producción de bienes (en este
caso artículos cientícos) organizada a gran
escala a la manera de una fábrica, con la ayuda
de la tecnología. Esta práctica también podría
encuadrarse dentro de una forma atenuada del
fordismo (Gramsci, 1934): producción industrial
y estandarizada en serie.
- El efecto San Mateo: “Porque, al que tiene, le será
dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que
tiene le será quitado”, del Evangelio según San
Mateo 25: 29. La aplicación de estos índices
genera revistas e individuos “prestigiosos”. En
el caso de las revistas “prestigiosas”, existe el
deseo generalizado de publicar en ellas. En el
caso de los individuos “prestigiosos”, hay una
tendencia a elegir temas y enfoques similares a
los que ellos utilizan. Este fenómeno genera una
retroalimentación que, con el tiempo, aumenta el
valor de los índices para las revistas “prestigiosas”
y para los individuos “prestigiosos”.
- Estimula la generación de telarañas burocráticas con
un exceso de evaluaciones y un culto desmedido
a la cultura del management (Lawrence, 2007).
- Cambios en la cultura científica: a) los
investigadores, las revistas e incluso las editoriales
toman decisiones con el objetivo de aumentar el
valor de esos índices (MacDonald & Kam, 2007).
Por ejemplo, en la elección de temas y métodos
por parte de los investigadores y en la selección
del tipo de artículo a publicar por parte de las
revistas y las editoriales. Estas decisiones no
necesariamente mejoran la calidad de los trabajos,
sólo aumentan la posibilidad de ser citados. b)
La generación de comunidades no-formales de
cientícos, denominadas citation cartels (Fister
Jr. et al., 2016), alrededor de ciertos objetos de
estudio, enfoques o métodos populares en ese
momento que, al citarse reiteradamente entre sus
miembros, producen un aumento de los índices, sin
que ello signique necesariamente aumento de la
calidad cientíca de los artículos. c) La necesidad
de los investigadores y las revistas de tener una
presencia online, pues según estudios empíricos
(e.g., Finch et al., 2017; Clayton et al., 2018; Lee,
2019), una mayor presencia online aumenta la
cantidad de citas que un artículo recibirá. Incluso
se ha sugerido una suerte de reemplazo de los
indicadores que miden citas, por los indicadores
alternativos (Priem, 2014), conocidos como
“altmetrics”. Estos indicadores alternativos,
expresan la cantidad y la diseminación de
las menciones que una actividad científica
recibe online (Nature editorial, 2012) en blogs,
Wikipedia, Twitter, Mendeley y en toda otra
actividad en redes sociales, en bases de datos,
documentos públicos, comentarios de expertos,
etc.