Bol. Soc. Argent. Bot. 59 (1) 2024
introducción
al., 2011, 2018), así como también con deficiencias
en la provisión de agua durante la estación seca (He
En los últimos 30 años, las áreas urbanas se & Hogue, 2012; Giraldo, 2015). Por otro lado, la
expandieron significativamente a expensas de urbanización dispersa en áreas boscosas, donde las
los ecosistemas naturales. A una escala global, la casas entran en contacto con la vegetación natural (i.e.,
urbanización, ya sea directa o indirectamente, ha interfase urbano-forestal), incrementa la probabilidad
causado la pérdida de al menos 29 millones ha de de ocurrencia de incendios forestales (ej., Syphard et
vegetación boscosa entre 1992 y 2015 (van Vliet, al., 2007; Badia et al., 2011; Argañaraz et al., 2017).
2019). Específicamente, en 23 años la urbanización En este sentido, se ha registrado que la probabilidad
provocó la pérdida directa de 3,3 millones ha de de incendios depende de diversos aspectos como la
bosque y 4,6 millones ha de matorral a nivel mundial. densidad poblacional (Padilla & Vega-García, 2011),
Asimismo, se estima que al menos 15 millones ha de la distancia a rutas y caminos, centros industriales,
bosque y 6,1 millones ha de matorral se perdieron y áreas de recreación o turismo (Calef et al., 2008;
indirectamente, mediante la conversión de áreas Narayanaraj & Wimberly, 2012). Finalmente, la
cultivadas a áreas urbanizadas, lo que produjo la urbanización también causa contaminación, emisión
habilitación de nuevas tierras para cultivo a expensas de gases de efecto invernadero, e introducción de
de áreas naturales boscosas para compensar las especies exóticas (Montoya, 2016). En un escenario en
pérdidas en la producción de alimentos u otros que se prevé que la población mundial se incremente
bienes (van Vliet, 2019). Esta tendencia también se en más de un tercio en los próximos 30 años (UN,
registra a escala regional (UN, 2009). Por ejemplo, 2019), y en su mayoría esté concentrada en centros
en Latinoamérica, se estima que el avance de la urbanizados, es necesario contar con un marco
frontera urbana causó la pérdida directa e indirecta normativo que regule el avance de la frontera urbana
de 2,2 millones ha de vegetación boscosa entre 1992 sobre los ecosistemas naturales.
y 2015 (i.e., 1,4 millones ha de bosque y 800.000 ha
En Argentina, la Ley Nacional 26.331 de
de matorrales) (van Vliet, 2019). Este drástico avance Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental
de las áreas urbanizadas a expensas de la vegetación de los Bosques Nativos (de aquí en más “Ley de
natural tiene consecuencias a nivel ambiental y, por bosques”, o también llamada “Ley de bosques
ende, sobre las funciones y servicios que dichos nativos”) (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
ecosistemas proveen a las sociedades.
2007) regula cambios en el uso del suelo en áreas
Uno de los principales impactos ambientales ocupadas por bosque nativo (García Collazo et
asociados a la urbanización es el aumento de la al., 2013). Dicha ley se sancionó en el año 2007
superficie cubierta por materiales impermeables como y establece “presupuestos mínimos de protección
asfalto y hormigón, lo cual produce cambios térmicos, ambiental para el enriquecimiento, la restauración,
físicos y químicos en la superficie terrestre (Kant la conservación, el aprovechamiento y el manejo
et al., 2018). El aumento en la superficie cubierta sostenible de los bosques nativos y de los servicios
por estructuras artificiales cambia la conductividad ambientales que éstos brindan a la sociedad” a nivel
térmica, el albedo, y el intercambio de agua y nacional. La Ley de bosques obliga a cada provincia
energía entre la tierra y la atmósfera (de Oliveira et (i.e. 24 subdivisiones político-administrativas que
al., 2020). Específicamente, la gran proporción de conforman Argentina como estado federal) a realizar
suelo cubierto por materiales con gran capacidad de un Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos
absorción de calor (asfalto, hormigón) aumenta la (OTBN), clasificándolos en tres categorías. Categoría
temperatura máxima y media de las áreas urbanizadas I (rojo): Sectores de muy alto valor de conservación
en comparación con áreas cubiertas por vegetación que no deben transformarse (no admite cambio de uso
natural (Chakraborty & Lee 2019; Lee et al., 2019). del suelo). Incluyen áreas que, por sus ubicaciones
Además, al aumentar la superficie impermeabilizada, relativas a reservas, su valor de conectividad, la
la urbanización modifica la dinámica hidrológica, presencia de valores biológicos sobresalientes y
disminuyendo la infiltración de agua en el suelo y la la protección de cuencas que ejercen, ameritan su
recarga de acuíferos subterráneos, lo que a su vez se persistencia como bosque a perpetuidad, aunque
asocia con un incremento en la frecuencia e intensidad estos sectores pueden ser hábitat de comunidades
de inundaciones (Barchuk et al., 2014; Jobbágy et indígenas y ser objeto de investigación científica.
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