Félix Acuto y Valeria Franco Salvi (eds.), Personas, cosas, relaciones. Reflexiones arqueológicas sobre las materialidades pasadas y presentes, Abya Yala, Quito, 2015.
El libro editado por Félix Acuto y Valeria Franco Salvi propone un refrescante y cuidado recorrido teórico-metodológico por líneas académicas que han permeado de manera reciente a la arqueología, cuestionando los postulados occidentalizantes, cartesianos, estáticos y funcionalistas que caracterizaron a la disciplina hasta las últimas décadas del siglo XX. Desde que Hodder insertara una cuña decisiva en el estructuralismo arqueológico durante la década 1980, numerosos investigadores y desde enfoques sumamente diversos, pero con raíz común en la crítica al holismo metodológico pueden ser considerados los padres (a esta altura tal vez sean los abuelos) de este libro. Por mencionar a algunos, estos serían: P. Bourdieu, A. Giddens, A. Appadurai, M. Schiffer, D. Harvey, T. Ingold, D. Miller, B. Latour, C. Tilley, A. Gell, entre otros.
Al respecto en Personas, cosas, relaciones… la deriva de los artículos recopilados da cuenta del eclecticismo disciplinar incluyendo consideraciones de la materialidad desde ópticas diversas: como símbolos de acción y emisores de comunicación no verbal, como un agente activo en la producción y reproducción de relaciones sociales, como artefactos con los que se establecen relaciones dialécticas, experienciales y sensoriales cotidianas y cómo parte de redes y entramados donde actantes humanos y no humanos se funden. Estas posiciones no necesariamente son excluyentes entre sí, favoreciendo interpretaciones más sensibles y menos esquemáticas del registro arqueológico.
Los artículos seleccionados para este tomo fueron parte de un simposio dedicado a la materialidad realizado en el marco del 54º Congreso de Americanistas (Viena, 2012) abarcando una variada cantidad de lugares, épocas y temáticas; iniciando con un capítulo introductorio a cargo de los editores donde se delinean someramente las principales líneas teóricas de los estudios materiales en la actualidad y su relación con los distintos artículos del volumen.
El artículo a cargo de Verónica Williams aborda las materialidades asociadas a las prácticas agrícolas en el oeste de los valles calchaquíes salteños entre el período tardío y el período de contacto hispano-indígena. A partir del análisis de la interrelación entre campos agrícolas, pukaras y arte rupestre considera la relación de las distintas formas de habitar, construir y relacionarse en el paisaje, cuestionando algunos postulados derivados del neo-evolucionismo.
Bárbara Balesta se centra en contextos funerarios del Valle de Hualfín durante el período tardío y como estos se vinculan con la cotidianidad y los intereses de los grupos que realizaron las inhumaciones. Al respecto la experiencia diaria implicó una relación constante en el espacio entre vivos y tumbas naturalizando comportamientos sociales e identidades determinadas, configurando a los enterratorios como nodos donde se articulan múltiples aspectos de la vida social prehispánica.
Juan Villanueva plantea una reconsideración del registro del Altiplano boliviano central durante el período intermedio tardío a partir de la consideración de la mutua constitución de la cerámica, las personas y el entorno. Estas relaciones se encuentran atravesadas por pautas cosmovisionales específicas como son los principios de uywaña y yachay, los cuales según un tiempo-espacio (pacha) y situación particulares (auca o tinku) hacen a la utilización de formas cerámicas diferenciadas.
Ruth Van Dyke aporta una lúcida crítica a los principales exponentes de la Arqueología Simétrica postulando que la intencionalidad es una característica inherente a los humanos mas no a los objetos, en tanto esta línea teórica pierde de foco intencionalmente las relaciones de poder que median entre los distintos actores sociales. Ejemplifica su posición a partir del caso de la frontera entre México y Estados Unidos planteando como la intensificación de la persecución sobre los inmigrantes responde a decisiones políticas gubernamentales y no a la agencia de los objetos.
Randall McGuire colabora con la aplicación de la noción de ruinificación (la cualidad de creatividad destructiva del Capitalismo) al caso de Ambos Nogales en la frontera mexicana-estadounidense desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Aquí la forma material de la demarcación fronteriza y el progresivo intento norteamericano de limitar la porosidad limítrofe tuvo y tiene una importancia crucial en las relaciones sociales, materiales y sensoriales que se establecen entre estas poblaciones.
Julián Salazar y Valeria Franco Salvi indagan en la relación de los objetos (viviendas, cistas y estructuras agrícolas) con la construcción de memoria-hábito en las sociedades aldeanas de Tafí del Valle durante el primer milenio de la era a partir de las prácticas cotidianas, y como a partir de la reiteración en el tiempo de configuraciones materiales estas facilitaron la reproducción de determinadas prácticas sociales durante al menos 500 años.
Finalmente Hilda Corimayo y Félix Acuto abordan dualmente registros asociados al período tardío del Valle Calchaquí Norte –iconografía alfarera, arte rupestre y petroglifos- desde la perspectiva indígena y desde la arqueológica. Para ello entablan un diálogo entre ambas posiciones produciendo una narrativa que rompe con las lógicas asimétricas del discurso académico, y que busca una interpretación más precisa de los significados de patrones estilísticos pretéritos.
Tal vez la mayor virtud del recorrido propuesto por Acuto y Franco Salvi sea que todos los autores han logrado una articulación consistente, amena y enriquecedora entre teoría y praxis las cuales abren ante el lector una pléyade de maneras edificantes de repensar los registros arqueológicos a partir del rol central de la materialidad para todas las sociedades humanas.
Francisco Franco[1]