Pablo José Astesana1, Paula
Beatriz Alba2, Carla Andrea Gobbi 1, Eduardo Horacio Albiero1, Marcelo
Augusto Yorio1
DATOS DE AUTORES
1. Prof
Asistente, Cátedra de Semiología, UHMI N°3, Hospital Córdoba, Facultad de
Ciencias Médicas, UNC, Argentina.
Mail
de contacto: pabloastesana@yahoo.com.ar
2.Prof. Asociada de
la Cátedra de Semiología, UHMI N°3, Hospital Córdoba, Facultad de Ciencias
Médicas, UNC, Argentina.
3.Prof. Asociada de la Cátedra de Semiología, UHMI N°3, Hospital Córdoba,
Facultad de Ciencias Médicas, UNC, Argentina.
4.Prof.
Titular de la Cátedra de Clínica Médica I, UHMI N°3, Hospital Córdoba, Facultad
de Ciencias Médicas, UNC, Argentina.
5.Jefe
del Servicio de Reumatología del Sanatorio Allende.
6.Jefe
de la Cátedra de Semiología, UHMI N°3, Hospital Córdoba, Facultad de Ciencias
Médicas, UNC, Argentina.
CONCEPTOS CLAVE.
¿Qué se sabe sobre el tema?
¿Qué aporta este trabajo?
Divulgación
Efectos de los estatinas en la densidad mineral osea de mujeres posmenopausicas de Córdoba, Argentina
Resumen
Nuevas evidencias han surgido sobre propiedades pleiotrópicas de las Estatinas (ES) potencialmente beneficiosas en el tratamiento de la osteoporosis (OP).Nuestro objetivo fue estudiar el efecto de las ES sobre la densidad mineral ósea (DMO) en mujeres posmenopáusicas.Métodos: Estudio de corte transversal, analítico, se estudiaron mujeres posmenopáusicas con hipercolesterolemia que recibieron tratamiento con ES de al menos 6 meses de duración, y como grupo control (GC) mujeres posmenopáusicas que no recibieron ES asistidas en dos servicios de reumatología de la ciudad de Córdoba desde agosto de 2014 hasta septiembre de 2018.Resultados: 202 mujeres posmenopáusicas recibieron estatinas (ES) y 203 constituyeron el GC. La edad promedio, peso e IMC fue de 62,54 años, 69,60 kg y 27,13 en el grupo ES vs 58,58 años, 65,70 kg y 26,83 en el grupo control (p= 0,0001, p= 0,01, p=ns respectivamente). La DMO lumbar, de cuello femoral y de cadera total fue estadísticamente más alta en pacientes que recibieron ES que en controles (-0,87 vs -1,74 p=0,00, - 1.15 vs 1,56 p= 0,00 y - 0,33 vs - 0,75 p= 0,01). En cuanto al tiempo de tratamiento ES, se encontró diferencia significativa solamente en relación a DMO y columna lumbar entre los grupos de 6 a 12 meses y los que recibieron entre 12 y 36 meses. No se encontró relación entre la DMO y los diferentes tipos de ES recibidas. Conclusión: El tratamiento con ES podría ser beneficioso en mejorar la DMO en mujeres posmenopáusicas hipercolesterolémicas medicados con dichos fármacos.
Palabras clave:
Effects of statins on bone mineral density of postmenopausal women from Cordoba, Argentina
Abstract
New evidence has emerged on pleiotropic properties of
Statins (St), that would be potentially beneficial in the treatment of
osteoporosis (OP).Our objective was to study the effect of St on bone mineral
density (BMD) in postmenopausal women.Methods: This is a cross-sectional,
analytical study, that analyze postmenopausal women with hypercholesterolemia
who received treatment with St for at least 6 months, and as a control group
(CG), postmenopausal women who did not receive St assisted in two rheumatology
services in the city of Córdoba from August 2014 to September 2018.Results: 202
postmenopausal women received St and 203 constituted the CG. The average age,
weight and BMI were 62.54 years, 69.60 kg and 27.13 in the St group vs 58.58
years, 65.70 kg and 26.83 in the control group (p= 0.0001, p= 0.01, p=ns
respectively). Lumbar, femoral neck and total hip BMD were statistically higher
in patients who received St than in controls (-0.87 vs -1.74 p=0.00, - 1.15 vs
1.56 p= 0.00 and - 0.33 vs - 0.75 p= 0.01). Regarding the time of St treatment,
a significant difference was found only in relation to BMD and lumbar spine
between the groups of 6 to 12 months and those that received between 12 and 36
months. No relationship was found between BMD and the different types of St
received. Conclusion: Treatment with St could improve BMD in
hypercholesterolemic postmenopausal women who takes these drugs.
Keywords: osteoporosis;
statins; bone mineral density
Efeitos das estatinas na densidade mineral óssea de mulheres pós-menopausas de Córdoba, Argentina
Resumo
Novas evidências surgiram sobre as
propriedades pleiotrópicas das estatinas (ES), potencialmente benéficas no
tratamento da osteoporose (OP).Nosso objetivo foi estudar o efeito do ES na
densidade mineral óssea (DMO) em mulheres na pós-menopausa.Métodos: Estudo
transversal, analítico, foram estudadas mulheres na pós-menopausa com
hipercolesterolemia que receberam tratamento com ES por pelo menos 6 meses, e
como grupo controle (GC), mulheres na pós-menopausa que não receberam ES
atendidas em dois serviços de reumatologia do município de Córdoba de agosto de
2014 a setembro de 2018.Resultados: 202 mulheres na pós-menopausa receberam
estatinas (ES) e 203 constituíram o GC. A média de idade, peso e IMC foram
62,54 anos, 69,60 kg e 27,13 no grupo ES vs 58,58 anos, 65,70 kg e 26,83 no
grupo controle (p= 0,0001, p= 0,01, p=ns respectivamente). A DMO lombar, do
colo femoral e total do quadril foi estatisticamente maior nos pacientes que
receberam ES do que nos controles (-0,87 vs -1,74 p=0,00, - 1,15 vs 1,56 p=
0,00 e - 0,33 vs - 0,75 p= 0,01). Em relação ao tempo de tratamento da ES, foi
encontrada diferença significativa apenas em relação à DMO e à coluna lombar
entre os grupos de 6 a 12 meses e aqueles que receberam entre 12 e 36 meses.
Nenhuma relação foi encontrada entre a DMO e os diferentes tipos de SE
recebidos. Conclusão: O tratamento com ES pode ser benéfico na melhoria da DMO
em mulheres hipercolesterolêmicas na pós-menopausa medicadas com esses
medicamentos.
Palavras-chave: osteoporosis;
statins; bone mineral density
La osteoporosis (OP) es una enfermedad ósea metabólica
caracterizada por la presencia de baja masa ósea y deterioro micro
arquitectónico del tejido óseo, que predisponen a un incremento en la
fragilidad del hueso y del riesgo de sufrir fracturas no traumáticas (1).
La OP es considerada actualmente como un problema mayor
en salud pública con más de 200 millones de personas afectadas en todo el
mundo. El 50 % de las mujeres al igual que el 30 % de los hombres sufrirán una
fractura osteoporótica a lo largo de su vida (1-2)
Distintos fármacos fueron aprobados para el tratamiento
de la OP, siendo los Bifosfonatos (BF) los más utilizados (2). La eficacia en la prevención de fractura de
los BF fue ampliamente demostrada en varios estudios al igual que su perfil de
seguridad a largo plazo (3-5), aunque un reporte de fracturas
atípicas producidas en pacientes que los utilizaban disparó el debate sobre el
tiempo de uso de los mismos (5). Esto, sumado al alto porcentaje de
interrupción por parte de los pacientes hacen necesario buscar otras opciones
terapéuticas (6).
Las estatinas (ES) o inhibidores de la
3-hidroxi-3-metilglutaril-coenzima A (HMG- CoA) reductasa son fármacos
ampliamente utilizadas para el tratamiento de la dislipemia y en la prevención
de la enfermedad cardiovascular (7). Nuevas evidencias han surgido
sobre sus mecanismos de acción siendo bien conocidas sus propiedades
pleiotrópicas, como acciones antiinflamatorias, antitrombóticas e
inmunorreguladoras, más allá de la disminución de los niveles de colesterol.
Esta característica farmacodinámica ha llamado la atención de muchos
investigadores quienes sugirieron su uso en diferentes enfermedades, entre las
cuales se encuentra la OP (8-10).
Nuestro objetivo fue determinar el efecto de las
estatinas sobre la densidad mineral ósea en mujeres posmenopáusicas que reciben
estos fármacos.
Se realizó un estudio de corte transversal y
analítico. Se ncluyeron mujeres posmenopáusicas con hipercolesterolemia no
diabéticas que recibieron tratamiento con ES por un período no menor a 6 meses
asistidos en dos servicios de reumatología, durante 4 años. El grupo control
estuvo compuesto por mujeres posmenopáusicas sanas que no recibieron dichos
fármacos (GC). Todas las pacientes ingresaron en forma consecutiva.
Se
excluyeron todas aquellas pacientes con osteoporosis secundaria y que
recibieron estrógenos, calcitonina, anabólicos, esteroides, bifosfonatos o
vitamina D durante 6 meses previos al estudio o que tuvieran amenorrea menor de
12 meses.
Todas
las pacientes fueron evaluadas con historia clínica, examen físico, y métodos
complementarios de diagnóstico detallados a continuación.
Se
analizaron todos aquellos factores que pudieron incidir en la masa ósea y el
riesgo de fractura, como edad, peso, índice de masa corporal, menopausia
precoz, antecedentes personales de fractura, antecedentes de fractura en
padres, uso de corticoides, tabaquismo, alcoholismo, ingesta diaria de calcio y
sedentarismo (11).
Se
consideró como hábito sedentario: a aquella persona que realiza menos de 20
minutos diarios de actividades físicas con una frecuencia menor a 3 veces por
semana. El acto de fumar fue considerado de la siguiente manera: Fumador: Es la
persona que ha fumado al menos un cigarrillo en los últimos 6 meses; Ex
fumador: Es la persona que habiendo sido fumador se ha mantenido en abstinencia
al menos en los últimos 6 meses; No Fumador: Es la persona que nunca ha fumado
o ha fumado menos de 100 cigarrillos en toda su vida. El consumo de alcohol se
consideró cualitativamente como positivo o negativo. Se consideró dieta láctea
adecuada al consumo de 3 porciones diarias de lácteos. Una porción es igual a
el consumo diario de 1 vaso de leche, 3 fetas de queso o 1 vaso de yogur.
Los
antecedentes familiares y personales de fractura y osteoporosis se consignaron
por anamnesis en forma cualitativa.
Los
estudios de laboratorio incluyeron determinaciones de glucemia, colesterol
total, HDL y LDL (Chodpad), triglicéridos, TSH, tiroxina libre, calcio sérico,
fosfatemia, calciuria de 24 hs (colorimetría), uricemia, fosfatasa alcalina,
creatinina (Jaffe), aspartato aminotransferasa, alanino aminotransferasa, creatinafosfokinasa
(Ifcc enzimático), proteína C reactiva (inmunoturbidimetria),
eritrosedimentación globular y niveles de vitamina D (Ria).
La
DMO fue realizada por absorciometría de rayos X de energía dual (DXA) mediante equipo
Lunar en las caderas y la columna lumbar estadificándolas de acuerdo con la
clasificación de la OMS,(12) a los fines del estudio se consideró en
caderas el menor valor cuando se comparaban ambas, todas evaluadas en el mismo
equipo.
El
estudio fue aprobado por el CIES del Hospital Córdoba y todos los pacientes
firmaron consentimiento informado.
El análisis estadístico de los datos clínicos y
demográficos fueron expresados como medias y desviación estándar para variables
continuas o como frecuencias y porcentajes para variables categóricas. La
comparación entre pacientes y controles fue realizada usando test de Student y
Mann Whitney para variables continuas y Pearson y Chi-squares o Fisher test
para variables categóricas. Los resultados fueron presentados como
probabilidades con intervalo de confianza del 95%. valores de p <0,05 fueron
considerados significativos. equipo Lunar en las caderas y la columna lumbar
estadificándolas de acuerdo con la clasificación de la OMS (12), a
los fines del estudio se consideró en caderas el menor valor cuando se
comparaban ambas.
El
estudio fue aprobado por el CIES del Hospital Córdoba y todos los pacientes
firmaron consentimiento informado.
El
análisis estadístico de los datos clínicos y demográficos fueron expresados
como medias y desviación estándar para variables continuas o como frecuencias y
porcentajes para variables categóricas. La comparación entre pacientes y
controles fue realizada usando test de Student y Mann Whitney para variables
continuas y Pearson y Chi-squares o Fisher test para variables categóricas. Los
resultados fueron presentados como probabilidades con intervalo de confianza
del 95%. valores de p <0,05 fueron considerados significativos.
Se incluyeron 202 mujeres posmenopáusicas
hipercolesterolémicas que recibieron estatinas (grupo ES) por un periodo no
menor a 6 meses y 203 mujeres
posmenopáusicas sanas (GC).
La edad en el grupo de pacientes con ES fue
significativamente mayor que el grupo control (62,54 ±8,61 años vs 58,50 ±7,25
p= 0,0001). El peso corporal de ES fue estadísticamente superior al de grupo
control (69,60 ±12,4 kg vs 65,70 ± 11,40 p= 0,001). Sin embargo, no hubo
diferencias significativas con relación a la talla y el IMC.
Con respecto a los factores de riesgo que influyen en DMO,
el porcentaje de antecedentes familiares de fractura (fractura de cadera en
padres) y de OP (DMO menor 2,5 en cuello femoral) fue significativamente menor
en el grupo de ES comparado con grupo control (10,9% vs 17,7% p= 0,04; 16,3% vs
30% p =0,001), como se aprecia en la tabla
1.
TABLA 1- Datos demográficos, antropométricos y
factores de riesgo que influyen en la densidad mineral ósea en grupo
estatinas y controles |
|||
Edad (años)/ Media
DS |
62,54 ±8,61 |
58,50±7.25 |
0,0001 |
Peso (kg) |
69,60 |
65,70 |
0,001 |
Talla (metros) |
1,60 |
1,59 |
0,790 |
IMC |
27,10 |
26,83 |
0,380 |
Antecedentes de fractura |
16 (7,9%) |
22 (10,8%) |
0,310 |
Antecedentes familiares de fractura |
22 (10,9%) |
36 (17,7%) |
0,040 |
Uso de Esteroides |
3 (1,5%) |
1 (0,5%) |
0,150 |
Tabaquismo |
49 (24,3%) |
46 (22,3%) |
0,700 |
Consumo de alcohol |
2 (1,0%) |
0 (0,0%) |
0,150 |
Dieta Láctea |
125 (62,2%) |
123 (60,6%) |
0,740 |
Actividad
Física |
64 (31,7%) |
81 (39,9%) |
0,080 |
Lactancia
Materna |
108(53,5%) |
100 (49,3%) |
0,390 |
Antecedentes familiares de Osteoporosis |
33 (16,3%) |
61 (30,0%) |
0,001 |
En relación con el metabolismo fosfocálcico, se encontró que
el nivel de calcio sérico fue significativamente mayor (9,57±0,60 vs 9,41±0,54
p=0,007), y los niveles de Fosfatasa Alcalina fueron significativamente menores
en el grupo ES (158 ±77,2 vs 175 ±72,8 p=0,04), el resto de los resultados se
expresan en la tabla 2.
TABLA
2-Resultados metabolismo fosfocálcico en grupo de consumo de estatinas vs
control |
|||
Laboratorio |
Casos (ES) |
Controles |
p |
n=202 |
n=203 |
||
Calcemia |
9,57±0,60 |
9,41±0,54 |
0,007 |
Fosfatemia |
3,76±0,50 |
3,75±0,53 |
0,820 |
Fosfatasa Alcalina |
158,80±77,2 |
175,40±72,8 |
0,040 |
Calciuria de 24 hs |
147,70 ±77 |
164,28±82 |
0,090 |
Los niveles de Vitamina D3 fueron
determinados solo en 126 pacientes del grupo ES y en 146 de los controles, no encontrándose
diferencias significativas entre ambos. (25,57±10,69 vs 27,71 ±11,99 p =0,123).
Los niveles de Colesterol, LDL, fueron
significativamente menores en el grupo de ES y los niveles de triglicéridos
significativamente menores en el grupo
control, como es esperado debido a las características de ambos grupos.
En el grupo de
casos el colesterol total fue de 200 ±41, LDL 117±42; HDL
61,53±20; triglicéridos 123,52±74 versus el grupo control con Colesterol total
209±32; LDL 127±30; HDL 61,36±14;
triglicéridos 108,69±53 con p 0.017, 0.008, 0.928 y 0.023 respectivamente.
En el grupo que consumía ES, los
valores densitométricos se encuentran significativamente más elevados que en
grupo control con respecto a columna lumbar, cadera total y cuello de fémur
respectivamente, representado en tabla 3.
TABLA-3
Asociación entre Estatinas y Densidad mineral ósea |
|||
Casos (ES) n=202 |
Controles n=203 |
p |
|
DMO lumbar promedio |
-0,87 |
-1,76 |
0,001 |
DMO promedio cuello
fémur |
-1,15 |
-1,56 |
0,001 |
DMO cadera total |
-0,32 |
-0,74 |
0,001 |
Con respecto al tiempo de tratamiento con ES se dividió a
las pacientes en 3 grupos: las que recibieron tratamiento entre 6 y 12 meses,
12 y 36 meses, y más de 36 meses. (Tabla
4). En el análisis del tiempo de tratamiento con ES y la DMO, se encontró
diferencia significativa solamente en relación con DMO y Columna Lumbar entre
los grupos de 6 a 12 meses y los que recibieron entre 12 y 36 meses, no así en
la DMO de Cuello de Fémur y Cadera Total. (Tabla
4), observándose una mayor DMO en todas las áreas exploradas de 6 a 12
meses de tratamiento con ES y después de los 36 meses del sostenimiento de la
intervención farmacológica. (Figura 1).
TABLA-4.Tiempo
de tratamiento con estatinas |
|||
Meses de
Tratamiento Con Estatinas |
Frecuencia |
Porcentaje |
Porcentaje Acumulado |
6-12 |
69 |
34,2 |
34,2 |
13-36 |
66 |
32,7 |
66,8 |
37+ |
67 |
33,2 |
100,0 |
Total |
202 |
100,0 |
- |
Las pacientes recibieron
tratamiento con diferentes tipos de ES: atorvastatina, simvastatina y
rosuvastatina. No hubo diferencias significativas en la DMO de Columna Lumbar,
Cuello de Fémur y Cadera Total en los diferentes grupos.
En nuestro estudio las pacientes que tomaron ES por un
periodo mayor a 6 meses tuvieron una DMO estadísticamente significativa mayor
en todas las regiones exploradas (columna lumbar, cuello femoral y cadera
total) comparadas con el GC.
Coincidentes con nuestros hallazgos diversos estudios
reportaron un aumento de la DMO en aquellos pacientes que tomaban ES. Dos
estudios, uno conducido por Chuengsamarn (13) y otro por Hernández (14)
en la cohorte de Camago, tanto en hombres como mujeres encontraron un significativo
aumento de la DMO en los pacientes que tomaban ES. A diferencia de nuestro
trabajo en los mismos se incluyeron pacientes de ambos sexos y no se hizo
mención acerca de la condición fisiológica de las mujeres incluidas, al igual
que su condición sobre el tratamiento de reemplazo hormonal.
Varios autores (15-17) también encontraron
aumento de la DMO con altas dosis de estatinas a mujeres posmenopáusicas.
Tres metaanálisis correlacionaron positivamente ES con DMO (18-21),
los mismos fueron realizados mayoritariamente con población caucásica y
asiática marcando una primera diferencia con respecto a nuestro trabajo. Otra
diferencia que encontramos fue la menor edad de los pacientes incluidos, en el
metaanálisis conducido por J. Liu (44 a 66 años) y por el contrario más elevada
en el estudio PRISMA de Zongze (60 a 81 años) comparados con nuestro trabajo
donde el rango de edad fue de 54 a 70 años. Una tercera diferencia para
destacar es que todos estos metaanálisis incorporaron tanto hombres como
mujeres.
Otros autores no encontraron mejoría en la DMO con el uso de
ES (21-22)
LaCroix (22)
en un estudio prospectivo observacional realizado en 40 centros de Estados
Unidos no encontró diferencias en los valores de la DMO en los pacientes que
tomaban ES y los que no consumían dichos fármacos. Este estudio tiene la
debilidad reconocida por sus autores que el 40 % de las pacientes se
encontraban bajo terapia de reemplazo hormonal, dicho factor puede haber
alterado los resultados obtenidos.
Otro estudio conducido por Schoofs (23), tampoco
encontró beneficios en la DMO con ES.
Con respecto al tiempo de administración de ES, éstas
parecen tener un efecto beneficioso en
el hueso tempranamente. Mundy10 describió un importante incremento en la
formación ósea y en el volumen del hueso trabecular en ratas hembra después de
5 semanas de la administración de simvastatina por vía oral.
Por su parte Meier (24) encontró una disminución
en la incidencia de fracturas en los pacientes que consumieron ES a partir del
primer mes de uso. En nuestro estudio los beneficios fueron evidentes luego de
los seis meses, mejorando la DMO. Lupatelli reportó un incremento en la DMO
lumbar de 1,7% después de 8 meses de tratamiento (15).
Al estudiar el tipo y dosis de estatinas, debemos considerar
que de acuerdo con su afinidad química las ES pueden ser hidrofílicas o
lipofílicas. Las ES lipofílicas parecieran ser más efectivas para la formación
ósea que aquellas de naturaleza hidrofílica, ya que, aparentemente, las
primeras estimularían la transcripción de BMP-2, mientras que las segundas no
exhibirían esa acción (23), las estatinas también se clasifican
según su potencia o intensidad hipolipemiante en baja, moderada o alta.
En nuestro estudio 81 pacientes fueron medicadas con
atorvastatina, 41 pacientes con simvastatina y 78 pacientes con rosuvastatina.
Todas tuvieron DMO significativamente mayor tanto en columna lumbar como cadera
total y cuello femoral, comparadas con el GC.
La dosis de ES promedio en estos 3 grupos fue de 10 mg
configurando una potencia hipolipemiante baja (para simvastatina y
atorvastatina) a moderada en el caso de rosuvastatina. El tipo de ES, al igual
que la dosis mínima necesaria para lograr un efecto beneficioso en el hueso aún no ha sido
establecida, aunque pareciera ser mucho mayor a mayor dosis según el trabajo de
Mundy que utilizó dosis 10 veces mayores de simvastatina en ratas hembra para
lograr un incremento (del 39 % al 94%) en el volumen del hueso trabecular y en
los marcadores de formación ósea. Estos datos bibliográficos se contraponen con
nuestro estudio ya que las dosis utilizadas en nuestras pacientes fueron
sustancialmente menores y aun así logramos un efecto beneficioso en las DMO de
todas las áreas exploradas, evidenciándose este efecto tanto con las ES
hidrofílicas (rosuvastatina) como con las lipofílicas (simvastatina y
atorvastatina).
Contrariamente Tsung-Kun Lin (25), describió que
el beneficio de la ES fue dosis dependiente, independientemente del tipo de ES
a diferencia de otros autores (26,27) que no encontraron ningún
beneficio utilizando la ES hidrofílica pravastatina. Chuengsamarn (13)
solo encontró beneficios con las ES de mayor potencia y las del tipo
lipofílicas.
Para finalizar queremos resaltar que las pacientes que
recibieron ES tuvieron un valor de fosfatasa alcalina significativamente menor
que el grupo control. La fosfatasa alcalina es considerada un marcador de
formación ósea. Al inicio de la terapia antirresortiva hay una disminución de
los marcadores de resorción de 4 a 6 semanas y una disminución de los
marcadores de formación 2 a 3 meses. La disminución del 50 % de los marcadores
de formación con terapia antirresortiva disminuye en un 40 % el riesgo de
sufrir fracturas (28).
Si bien al determinar el metabolismo fosfocálcico, el
objetivo en nuestro trabajo fue excluir causas secundarias de OP y no el de
tratar de demostrar el efecto osteoblástico propuesto de las ES dosando
marcadores de formación ósea a las pocas semanas de su administración no
podemos dejar de describir nuestros datos (28), a diferencia de
Montagnani (29) que reporto que el aumento de la DMO fue precedido
por un aumento de la fosfatasa alcalina ósea y Rejnmark que no encontró efecto
sobre los marcadores del metabolismo óseo (30).
Dentro de las fortalezas de este estudio podemos considerar
que es uno de los estudios con mayor número de pacientes realizados en nuestro
medio, donde se conoce que la osteoporosis es una importante causa de
morbimortalidad y los pacientes tienen baja adherencia al tratamiento, por lo
cual estudiar un fármaco como las estatinas que tengan beneficios óseos además
de cardiovasculares sería de utilidad en la práctica clínica.
Dentro de las limitaciones podemos destacar la naturaleza de
corte transversal que no nos permitió realizar seguimiento adecuado de los
marcadores óseos y solo describir el momento en el que el paciente fue
estudiado. Sería de utilidad realizar estudios prospectivos que determinen si
el fármaco continúa aumentando la densidad mineral y el número necesario a
tratar para evitar fracturas relacionadas a osteoporosis, especialmente de
cadera que es la de mayor morbimortalidad.
Las estatinas, sin diferencias entre los grupos farmacológicos,
serían beneficiosas para el tejido óseo, especialmente si el tratamiento es
mayor a 6 meses, por lo tanto, debería considerarse su uso, en vista de las
considerables implicaciones terapéuticas e incluso de un efecto beneficioso
modesto de las estatinas sobre el metabolismo óseo en dosis clínicas en mujeres
posmenopáusicas con elevaciones modestas del colesterol.
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Conflicto
de interés:
Ninguno.
Limitaciones
de responsabilidad
La
responsabilidad de esta publicación es de los autores.
Fuentes
de apoyo
El investigador principal Pablo José Astesana, contó con una beca
PROMED tipo A (19/11/22)
Originalidad
Este artículo es original y no ha sido enviado para su publicación a otro medio de difusión científica en forma completa ni parcialmente.
Cesión de derechos
Quienes participaron en la elaboración de este artículo, ceden los derechos de autor a la Universidad Nacional de Córdoba para publicar en la Revista de la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba y realizar las traducciones necesarias al idioma inglés.
Contribución de los autores
Quienes participaron en la elaboración de este artículo, han trabajado en la concepción del diseño, recolección de la información y elaboración del manuscrito, haciéndose públicamente responsables de su contenido y aprobando su versión final.
Agradecimientos
Se agradece a la Secyt, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba
Recibido: 2024-04-03 Aceptado: 2024-05-21
DOI: http://dx.doi.org/ 10.31053/1853.0605.v81.n4.44652
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