perdido o nos ha llegado en forma fragmentaria (Bernabé Pajares y Rodríguez
en la crítica, aunque ello no sea indicio de su inexistencia. Los cánones son
solo una muestra parcial y sesgada de la diversidad de poetas existentes en
un período determinado, en el que solo ingresan unos pocos, por cuanto
En términos de Gardella Hueso, “un árbol no debe tapar el bosque. Ni estos
fueron los únicos poetas ni Safo la única mujer que escribió poesía” (2021, p.
72). Si bien los cánones constituyen una valiosa herramienta de acercamiento
a las valoraciones de la misma sociedad griega antigua, no dan cuenta de
la totalidad de sus poetas y poetisas. Ciertamente existieron otras autoras,
como ya lo atestiguara un epigrama de Antípatro donde establece un canon
de nueve poetisas (AP
femenina” (θηλύγλωσσον
ninguna otra de las poetas conservadas, dado que incluye no solo elementos
propios de la cosmovisión femenina vigente en la Antigüedad occidental sino,
también, rasgos literarios vinculados con los parámetros de lo femenino en
aquel entonces. Las referencias a Safo dentro de la obra de Nosis no resultan,
entonces, casuales, sino que son, por el contrario, una decisión meditada
(Skinner, 1989, p. 7) que encarna su propia percepción como mujer-poeta
inscripta en una tradición femenina.
A la luz de tales presupuestos, analizaremos la relación intertextual
entre la poesía de Nosis y la de su modelo Safo, entendiendo que dicha relación
excede una dinámica unidireccional al afectar a ambos términos de esta
. Entendemos que los rasgos eruditos de la producción
poética de Nosis le permiten retomar la tradición para construir, a su vez, una
poética femenina propia. Si bien este procedimiento intertextual se establece
con los autores canónicos masculinos, funciona principalmente con la voz de
Safo
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. Demostraremos cómo Nosis incluye algunos aspectos de esta última
abreviatura en cursiva para la obra y dos o tres números, de los cuales el primero corresponde al libro o
canto, el segundo (cuando es necesario) al poema y el tercero al verso. Así, por ejemplo, el octavo verso
del segundo canto de la Ilíada se citaría de la siguiente manera: Hom. Il. 2. 8. En algunos casos, cuando
el texto presenta varios autores o la abreviatura es fácilmente reconocible, se omite la abreviatura
del autor. La Antología Palatina, por ejemplo, abrevia solamente como AP., prescindiendo de alguna
abreviatura de autor al tratarse de una antología. La Teogonía de Hesíodo, al ser una obra muy citada
en nuestro campo, por ejemplo, puede citarse como Hes. Th. o simplemente Th. Tras haberse citado la
obra, muchas veces se coloca solamente el número de verso o parágrafo en el que aparece el término
más sencillo para investigadores de nuestra área entender el texto referenciado sin importar qué
edición se esté siguiendo.
Para este crítico, la dinámica intertextual no se limita a señalar la deuda de un texto con otro, sino que
destaca y problematiza, en tanto función discursiva, ambos términos de la relación. Según su propuesta,
tal dinámica se produce en la práctica misma de la lectura, de modo que todo vínculo intertextual
dependería del lector y de la lectura entendida como una praxis activa creadora de sentidos.
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Nicolás Pedro Alberto Reales
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