discotecas, vanidosamente arreglado y en coqueteo con parejas de baile, el
cuerpo creado por estas propuestas del rock se caracteriza por su organicidad:
se presenta como sometido a su entorno (que es de naturaleza violenta)
y amenazado por el miedo, la paranoia y la muerte, ideas que se repiten a
lo largo de todo el álbum. Se trata, por lo tanto, de un cuerpo solitario y
coaccionado al que incluso el alma rehuye, como se lee en “Ruta perdedora”:
enunciatario y el contra-enunciatario de la obra, no podemos dejar de
considerar que lxs artistas de esta época llevaban a cabo sus prácticas
teniendo en cuenta a otro sector social que no formaba parte de su público
simbólica no puede controlar de manera autónoma la producción y difusión
de sus bienes en contextos de severa censura, debe adaptar sus productos
para que no se prohíba consumirlos. Negándose a sumirse en el silencio, los
músicos buscaron la forma de nombrar lo que no se podía, lo ocultaron a
simple vista y replicaron, con sus propias alegorías, a aquellas elaboradas por
la Junta Militar. En este sentido, dichas prácticas artísticas consideraban a los
funcionarios del gobierno de facto (a cargo de los mecanismos de censura)
como receptores de sus productos.
Entonces, obras como Películas se producen con conciencia de que
su aceptación por parte del poder político es una condición necesaria para
circular. Esto quiere decir que esos mismos miembros del poder político
constituyen un receptor teórico, capaz de condicionar el enunciado a
producirse y, con él, una cierta imagen de enunciador. Utilizar el recurso
de la alegoría para disimular ciertos sentidos del discurso implica, entonces,
la atención a un público doble: aquel que solo debe leer en cada canción su
en las “capas” de sentido que las alegorías, ironías, elipsis y sinsentidos
contienen.
Aquí cabe mencionar la noción de “polifonía” bajtiniana, recuperada por
Filinich en su Enunciación (1998) para preguntarse acerca de la posibilidad de
que la ironía, por ejemplo, hace oír la voz de un enunciador otro que dice
algo de lo que un enunciador primario no se hace cargo. Filinich introduce
enunciatarios ingenuos e irónicos, y sostiene que la comunicación irónica
se da por debajo y simultáneamente a la ingenua, por lo que conviven dos
pares de sujetos de la enunciación en un único enunciado. Otras formas de
Camila Aguirre Vallés 189