Antropoceno
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a la era geológica actual, aludiendo al impacto global e irreversible
que ha tenido la actividad humana sobre los ecosistemas terrestres. Si bien
hay posiciones que dieren sobre cuál sería el comienzo preciso de esta era, sí
es posible relacionarlo directamente con el advenimiento de la modernidad y
con las actividades industriales a gran escala. Todo este proceso ha tenido su
correlato en las diversas dimensiones de la actividad humana, no únicamente
la industrial o productiva, sino también, por ejemplo, en la esfera del discurso
cientíco, que ha legitimado los modelos productivos que sostenemos hasta
la actualidad, colocando a la naturaleza y al resto de los seres como recursos,
como stock disponible para la explotación y el benecio del Hombre
4
.
El sintagma seguir con el problema es la alternativa harawayana a las
dos respuestas más frecuentes que identica la autora frente a los horrores
del Antropoceno y el Capitaloceno (Haraway, 2019, p. 84)
5
. La primera se
asienta en “la fe cómica en las soluciones tecnológicas, ya sean seculares
o religiosas” (Haraway, 2019, p. 22); la segunda es una respuesta más
destructiva y desesperanzadora: ya no es posible hacer nada para revertir las
consecuencias ecológicas, ambientales y sociales del impacto del Ántropos
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en los ecosistemas. En las propias palabras de la autora, para esta respuesta,
“no tiene sentido tener una conanza activa recíproca en trabajar y jugar por
un mundo renaciente” (Haraway, 2019, p. 22). Frente a estas dos respuestas,
Haraway (2019) propone al Chthuluceno, un “espaciotiempo para aprender a
seguir con el problema de vivir y morir con respons-habilidad en una tierra
dañada” (p. 20):
Concretamente, a diferencia del Antropoceno o el Capitaloceno, el
Chthuluceno está hecho a partir de historias y prácticas multiespecies
en curso de devenir-con, en tiempos que permanecen en riesgo,
tiempos precarios en los que el mundo no está terminado y el cielo
no ha caído, todavía … Estamos en riesgo mutuo. Contrariamente a los
dramas dominantes en el discurso del Antropoceno y el Capitaloceno,
3 Concepto acuñado por Paul Crutzen y Eugene Stoermer en los años 2000.
4 Hacemos uso de la palabra “Hombre” con mayúsculas a n de establecer una diferencia entre el sujeto
cartesiano moderno y el hombre como sustantivo común que denomina a la especie humana.
5 Capitaloceno haría mención, en este caso, no únicamente a la actividad del hombre, sino más
bien al sistema productivo: el capitalismo y sus repercusiones irreversibles a nivel global sobre los
ecosistemas terrestres. Jason Moore es quien lo utiliza por primera vez en un seminario dictado
en el 2009. Para mayor profundización se recomienda leer el capítulo 2, “Pensamiento tentacular.
Antropoceno, Capitaloceno y Chthuluceno”, de Seguir con el problema… de Donna Haraway (2019) y
dirigirse especícamente a la nota al pie nº 55.
6 Dirigirse a la nota nº 50 del capítulo 2, “Pensamiento tentacular. Antropoceno, Capitaloceno y
Chthuluceno”, de Seguir con el problema… de Donna Haraway (2019).
Camila Arce Torre
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