Construcciones de la maternidad en el fantástico del siglo XXI
en la obra de Samanta Schweblin
Brenda Isabel Herrero Pagura1
Estudiante de Letras,
Facultad de Filosofía y Humanidades,
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina
brenda.herrero@mi.unc.edu.ar
Recibido el 21 de agosto de 2024, aprobado el 31 de octubre de 2024
Resumen: en este artículo me interesa destacar la presencia de las escritoras
en la literatura argentina del siglo XXI, porque desde sus voces ingresan
temáticas y debates feministas. Esto ocurre en diversos géneros literarios,
como en el caso del fantástico, donde una de las mayores exponentes es
Samanta Schweblin. Analizaré la diversidad de construcciones de maternidad
que Schweblin presenta en la novela Distancia de rescate y en los cuentos
“Pájaros en la boca, “Conservas” y “En la estepa, de la antología Pájaros en
la boca y otros cuentos. Las autoras de nuestro siglo visibilizan la maternidad
como decisión y no como imposición, los problemas de fertilidad y los lados
oscuros de la maternidad. Así, se elimina la construcción de la maternidad
que responde al modelo patriarcal para dar lugar a una nueva, desde una
perspectiva feminista que se acerca a la experiencia real y que se aparta de la
idealización del rol materno. Por otro lado, estableceré una conexión con el
uso del género fantástico en el siglo XX, especícamente con Julio Cortázar,
para ver qué similitudes y diferencias podemos encontrar entre el fantástico
del siglo pasado y el fantástico que emerge en el presente siglo XXI.
Palabras clave: Schweblin, Cortázar, maternidad, género fantástico,
feminismo.
Constructions of Motherhood in the Fantastic of the 21st Century in the
Work of Samanta Schweblin
Abstract: In this article I am interested in highlighting the presence of women
writers in the 21st century Argentinian literature because their voices bring
feminist topics and debates to the fore. This occurs in many literary genres
such as the fantastic, in which one of the greatest exponents is Samanta
Schweblin. I am going to analyse the diversity of constructions of motherhood
that Schweblin presents in the novel Distancia de rescate and in the shorts
stories “Pájaros en la boca, “Conservas” and “En la estepa” from the anthology
Pájaros en la boca y otros tales. The female authors of our century make
motherhood visible as a decision and not as an imposition, as they address
fertility issues and the dark side of motherhood. Thus, the construction of
motherhood that responds to the patriarchal model is eliminated to give rise
1 Con aval de la Dra. Patricia Rotger, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
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Preferiría no hacerlo
Nota al margen
Facultad de Filosofía y Humanidades
Universidad Nacional de Córdoba
Vol. II Nº 4 | julio-diciembre 2024
to a construction from a feminist perspective that is closer to real experience
and moves away from the idealization of the maternal role. On the other
hand, I am going to establish a connection with the use of the fantastic genre
in the 20th century, specically with Julio Cortázar, in order to identify what
similarities and differences we can nd between the fantastic of the last
century and the fantastic that emerges in the current 21st century.
Keywords: Schweblin, Cortázar, motherhood, fantastic genre, feminism.
Sin lugar a dudas, la fuerte presencia de escritoras en la literatura argentina
es un fenómeno que tiene lugar durante el siglo XXI. Si bien las mujeres
siempre han estado presentes en el campo de la literatura, muchas veces han
estado invisibilizadas. Hoy en día, el lugar de las autoras es central y, desde
sus voces, ingresan a nuestra literatura temáticas y debates feministas. Esto
ocurre en diversos géneros literarios, como en el caso del fantástico, en el
que una de las mayores exponentes actuales es Samanta Schweblin.
En cuanto al género fantástico, podemos armar que logra su
consolidación en el siglo XX y que su punto de madurez máximo se da en
la década del 40. Pampa Arán dene el fantástico como: “la oposición con el
realismo ... que ha servido para caracterizar de manera imprecisa una vasta
producción literaria cuyo régimen de verosímil es diferente” (1999, p. 14). Es
importante recuperar el concepto de vacilación de Tzvetan Todorov (1981),
porque si un relato es o no considerado realista según la veracidad de los
hechos que narra, entonces, el fantástico podría entenderse como un género
que opera donde los hechos que se presentan sobrepasan por completo la
lógica de las leyes que rigen el mundo. Sin embargo, no podemos dejar de lado
que, en el campo de la literatura, lo que pone en funcionamiento al fantástico
es la incertidumbre, el conicto entre qué es lo posible y lo imposible y cuáles
son los límites que dividen los planos de lo real y lo sobrenatural.
En los relatos fantásticos, un evento o fenómeno extraño irrumpe para
transformar la realidad, lo conocido y lo familiar en un ambiente desconocido,
amenazador, inexplicable. Para entender mejor cómo opera este género, es
importante recuperar el concepto de lo siniestro, trabajado por el padre
del psicoanálisis, Sigmund Freud, en Lo siniestro (1919). Freud presenta dos
términos que se complementan: unheimlich, que hace referencia a lo oculto
o lo ominoso, y heimlich, que se entiende como lo familiar o lo íntimo. Lo
siniestro o lo extraño es entonces el resultado de esta combinación, de
manera que lo que ocurre en el género fantástico, según Jackson (1986), es
que se “descubre lo que está oculto y, al hacerlo, [se] efectúa una inquietante
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transformación de lo conocido en desconocido” (p. 65).
El género fantástico: de Cortázar a Schweblin
Al leer los cuentos de Julio Cortázar, podemos advertir que lo fantástico surge
en el marco de lo real y de lo cotidiano. Es decir, en el ambiente familiar
surge algo extraño que irrumpe en el relato, pero que no es cuestionado
por los personajes, sino que es aceptado con toda naturalidad. Podemos
armar que la vacilación que teoriza Todorov no es experimentada. De esta
manera, el fantástico como género opera sin dar o generar una explicación
de los eventos, sin que esta sea un elemento fundamental para que el género
funcione. Di Gerónimo (2004) arma, sobre los cuentos de Cortázar, que hay
una continuidad entre lo real y lo sobrenatural, que los límites se encuentran
difusos y que estos mundos conviven como, por ejemplo, en “Continuidad
de los parques” (1964). Allí, la realidad del hombre que está leyendo presenta
límites difusos en relación con la novela que lee. Podemos advertir una fusión
de ambos mundos (realidad/cción), un espacio común —el sillón verde que
funciona como lugar de continuidad— y una convergencia entre el acto de
lectura y el acto de narración. La cción se presenta, entonces, como parte
de una realidad que no es cuestionada y como un elemento que forma parte
de nuestra vida cotidiana. Un buen ejemplo es el caso del pulóver en el cuento
“No se culpe a nadie” (1956), que se vuelve extraño y siniestro para causar
un efecto de extrañamiento, que caracteriza la participación del relato en
el género fantástico. Otro ejemplo, “Carta a una señorita en París” (1951),
presenta un protagonista que vomita conejos y que ha aceptado y naturalizado
este hecho, aunque preere mantenerlo como un asunto privado que pone al
mismo nivel de muchas otras cosas que cualquiera hace, y decide no revelar:
como siempre me ha sucedido estando a solas, guardaba el hecho igual que
se guardan tantas constancias de lo que acaece (o hace uno acaecer) en la
privacía total” (Cortázar, 2010, p. 25).
En el caso de Samanta Schweblin, podemos armar que, al igual que
Cortázar, escribe dando una importancia fundamental al marco de la realidad
y que el fantástico opera en el ámbito de lo cotidiano, entre los difusos límites
de lo interno y lo externo, lo familiar y lo extraño, lo íntimo y lo público.
Además, otra similitud con Cortázar es la ausencia de una explicación ante
esos eventos extraños y el hecho de que, en el caso de que se mencione
o se sugiera alguna posible causa, no se profundiza en los detalles o
simplemente no es algo que esté comprobado. Lo que incorpora Schweblin
es la participación del género terror, que ingresa al relato por medio de la
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construcción de lo siniestro que, como hemos mencionado, tiene que ver con
la transformación de lo conocido/familiar en algo desconocido/amenazador.
El terror ingresa, también, a través del miedo y la vacilación que experimentan
algunos personajes que sí se cuestionan lo que sucede. Este terror opera en
la frontera entre realidad y cción, que caracteriza al fantástico. Además,
la autora incorpora la presencia de saberes de los sectores populares como
rituales, pseudociencias, métodos de curanderos o medicinas alternativas.
En cuanto a las representaciones de la maternidad en la literatura,
podemos armar que históricamente han presentado una construcción en
consonancia con los estereotipos impuestos por la sociedad patriarcal, donde
el vínculo entre madre e hijo solo puede darse mediante una entrega absoluta
por parte de la mujer/madre a aquel, asumiendo únicamente el rol materno
y dejando de lado cualquier deseo o aspiración personal, que no se limite al
cuidado del hijo, a la dedicación exclusiva a las tareas del hogar y a la atención
de la pareja. Antes que mujer, se debía ser madre y esposa, de manera que
la construcción de la maternidad se alejaba de otras representaciones y de
señalar matices en un vínculo tan complejo.
En la literatura argentina del siglo XXI, con el ingreso de la voz de las
mujeres, que adquiere cada vez mayor potencia y presencia, se incorporan
construcciones de la maternidad que ponen en crisis las identidades y
que están al servicio de una crítica social al rol impuesto. Las autoras de
nuestro siglo visibilizan la maternidad como decisión y no como imposición,
los problemas de fertilidad y los lados oscuros de la maternidad, que se
relacionan con que ser madre no es solamente un acto de amor, felicidad y
entrega, sino que presenta muchas dicultades. De esta manera, se elimina
en estas nuevas literaturas la construcción tradicional de la maternidad que
responde al modelo patriarcal, para dar lugar a una construcción desde una
perspectiva feminista que se acerque a la experiencia real de la mujer como
madre y que se aleje del plano de la idealización del rol materno.
Analizaremos a continuación las construcciones de la maternidad y
la participación del género fantástico en los cuentos “Pájaros en la boca,
“Conservas” y “En la estepa” de la antología Pájaros en la boca y otros cuentos
(2009) y la novela Distancia de rescate (2014) de Samanta Schweblin.
“Pájaros en la boca” y la ruptura de la idealización de la maternidad: la
madre que rechaza la presencia de su hija
En el caso de “Pájaros en la boca” (2009), resulta interesante cómo es la
madre quien rechaza la presencia de su hija, Sara, cuando descubre que, de
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un día para otro, se alimenta solo de pájaros vivos. El cuento está narrado
desde la perspectiva del padre, quien un día recibe la visita de su exmujer
para pedirle que atestigue un problema que tiene que ver con su hija. La
madre, sin darle otra opción, le deja a la niña a su cuidado porque ya no puede
soportar su presencia: “si se queda me mato. Me mato yo y antes la mato a
ella” (Schweblin, 2021, p. 32). Claramente, la madre sale de su rol impuesto,
según el cual debería aceptar a su hija más allá de todo y cuidarla sin importar
su transformación. En consecuencia, se produce otra ruptura que tiene que
ver con la inversión (según los modelos caducos patriarcales) de las tareas
designadas por lo general al hombre/padre, que pasan a manos de la mujer: la
madre provee de alimento, pero es el padre quien queda a cargo del cuidado
de la niña a tiempo completo. En un momento del relato, la madre no puede
proveer el alimento y al padre no le queda más opción que cumplir él mismo
con esa tarea, lo que lo lleva a aceptar a su hija nuevamente, aunque le siga
pareciendo extraño y perturbador que se alimente de pájaros vivos.
En los cuentos de Cortázar sucede lo mismo, no hay una explicación
para estos eventos extraños. Resulta inevitable recordar los conejos que
provenían del interior del protagonista de “Carta a una señorita en París”.
En este cuento de Schweblin, los pájaros (elemento externo) se vuelven la
única fuente de alimento posible para la niña y constituyen el elemento que
construye lo siniestro para transformar a la hija dulce y pequeña en un ser
extraño y perturbador. Vomitar conejos es un acto privado para el narrador
del cuento de Cortázar y, de la misma manera, comer pájaros es un acto
privado para Sara, que se alimenta en su habitación y evita que su padre la
vea en esos momentos:
Se levantaba, subía al cuarto y cerraba la puerta con delicadeza. La
primera vez bajé el volumen del televisor y esperé en silencio. Se
escuchó un chillido agudo y corto. Unos segundos después las canillas
del baño y el agua corriendo. (Schweblin, 2021, p. 34)
“Conservas”: detener el embarazo para postergar la maternidad
En el caso de “Conservas” (2009), una futura madre junto a su pareja se
preparan para la llegada de una hija inesperada. Este embarazo trae a la vida
de la mujer de todo menos la felicidad: angustia, tristeza, conictos internos
en relación a las transformaciones que sufre su cuerpo, insomnio, tener a
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toda la familia pendiente del embarazo y el dolor que produce la renuncia
a muchos proyectos personales y de pareja que, con la llegada inesperada
de Teresita, deberán postergarse o directamente cancelarse. Esta renuncia
signica que gestar una vida implica perder la propia y, en consecuencia,
perder oportunidades. El género fantástico opera en este cuento a través
de la solución que la pareja encuentra para este conicto. El embarazo es
el evento que altera el orden establecido, la vida de la mujer estaba llena
de planes que ahora se ven en tensión. La madre protagonista busca una
solución que le permita no lastimar a Teresita y recuperar sus planes a futuro
y el cuerpo que tenía antes del embarazo, la solución que encuentra es el
tratamiento del doctor Weisman.
Este doctor no tiene secretaria ni sala de espera, sus métodos no son
convencionales y la descripción de su espacio de trabajo pone en evidencia
que se trata de un practicante de esas pseudociencias que integran los
saberes de los sectores populares que hemos mencionado anteriormente.
Los métodos de su tratamiento, que la voz narradora llama “plan, integran
una serie de procedimientos que deben respetarse de forma rigurosa: “el plan
incluye cambios en la alimentación, en el sueño, ejercicios de respiración,
medicamentos” (Schweblin, 2021, p. 21); además, involucra a los padres de
la protagonista y de su pareja, que deben llevarse los regalos para Teresita
y, progresivamente, tomar distancia. Otro cambio que indica el doctor es
la distancia en la pareja, pero lo central del tratamiento es el ejercicio de
respiración consciente, caracterizado de la siguiente manera: “un método
de relajación y concentración innovador, descubierto y enseñado por el
mismo Weisman. En el jardín, sobre el césped, me centro en el contacto con
el vientre húmedo de la tierra’” (Schweblin, 2021, p. 21). Además, la respiración
consciente implica una detención de la energía: “al mes sigo progresando
en la respiración consciente. Ya casi siento que logro detener la energía”
(Schweblin, 2021, p. 22); al segundo mes de tratamiento, la respiración pasa
a otro nivel cuando el doctor “se entusiasma, sospecha que estoy a punto
de lograr mi energía inversa: tan cerca que sólo un velo me separa del
objetivo” (Schweblin, 2021, p. 23). A medida que el tratamiento avanza, la
madre experimenta cambios en su cuerpo que evidencian un retroceso del
embarazo y un retorno a la felicidad: “mi cuerpo no está tan hinchado, y para
la sorpresa y alegría de ambos, la panza empieza a disminuir” (Schweblin,
2021, p. 22). Así también:
Nos paramos frente al espejo y nos reímos. La sensación es todo lo
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contrario a lo que se siente al emprender un viaje ... Es agregarle un año
más al mejor año de tu vida ... es la oportunidad de seguir continuando.
(Schweblin, 2021, p. 23)
Sin lugar a dudas, el fantástico opera en este proceso de tratamiento
que permite a la madre retroceder el embarazo al momento cero e introducir
el feto en un frasco de conservación sin herir a su hija. Podemos armar
que este relato problematiza el tema del aborto, pero lo hace a través de un
ltro que suaviza la cuestión: la idea del aplazamiento, de que no es el mejor
momento y que solo se busca “poner en conserva” al feto para, en el futuro,
poder tener a esa misma hija, que en el presente es un problema para la mujer
y su pareja. El uso del género fantástico permite traer este tema tan complejo
a la literatura, para visibilizar y poner en discusión el derecho a decidir y para
poner en evidencia que ser madre no es el deseo de toda mujer o que, en
todo caso, no es la prioridad, y que en muchos casos es algo que se preere
postergar para priorizar la realización personal en otros aspectos.
Durante mucho tiempo se ha sostenido la idea de que la maternidad
es una obligación natural de la mujer. Así, las mujeres, al tener que priorizar
la maternidad, quedan atrapadas en ella, sin más salida que dejar en segundo
plano cualquier otro deseo. Pero, como dice Simone de Beauvoir en El segundo
sexo se trata de una obligación que no es natural, porque las conductas
morales implican un compromiso:
Esta obligación no tiene nada de natural: la naturaleza no podría dictar
una conducta moral, que implica un compromiso. Engendrar es asumir
un compromiso; si la madre luego lo olvida, comete una falta contra una
existencia humana, contra una libertad; pero es algo que nadie puede
imponer. La relación de los padres con los hijos, como la relación entre
esposos, debería ser libremente deseada. (de Beauvoir, 1949, p. 505)
En relación con el vínculo que buscamos establecer entre la obra
de la autora y la de Cortázar, podemos armar que lo fantástico aparece
nuevamente en el ámbito de lo cotidiano, lo privado y lo familiar. Además, los
personajes del cuento aceptan el tratamiento alternativo y sus resultados sin
ningún tipo de cuestionamiento, con total naturalidad.
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“En la estepa”: la infertilidad como tabú y la obligación social de procrear
El cuento “En la estepa” (2009), presenta una construcción de la maternidad
que contrasta con el último caso analizado: la búsqueda de la fertilidad. Una
pareja que no puede procrear se aísla en el campo para buscar alternativas que
permitan lograr la fertilidad tan deseada. Ana, la mujer que desea ser madre,
aprovecha sus horas de soledad para buscar algún método que solucione
el problema: “cuando uno está desesperado, cuando se ha llegado al límite,
como nosotros, entonces las soluciones más simples, las velas, los inciensos y
cualquier consejo de revista parece opciones razonables” (Schweblin, 2021, p.
159). Aunque la mujer esté dispuesta a probar métodos alternativos, asegura
que “hay muchas recetas para la fertilidad, y no todas son conables, así que
apuesto a las más verosímiles y sigo rigurosamente sus métodos” (Schweblin,
2021, p. 159).
En paralelo a la investigación privada de Ana, la pareja sale por las
noches, campo adentro, a cazar. No se detalla qué buscan, pero queda claro
que hay una conexión con la maternidad: “siempre me pregunté cómo serán
realmente. Algunas veces conversamos sobre esto. Creo que son iguales a los
de la ciudad, solo que más rústicos, más salvajes. Para Pol, en cambio, son
denitivamente diferentes” (Schweblin, 2021, p. 160).
El fantástico opera en este cuento generando dudas acerca de qué es
lo que está buscando la pareja, porque el acto de salir a cazar sin obtener
resultados puede hacer referencia a la frustración que genera la dicultad
de procrear o puede también interpretarse como un acto desesperado por
encontrar de manera externa lo que no logran conseguir por deseo propio o
por imposición social. Sin embargo, al mismo tiempo, la mujer busca métodos
para solucionar el problema que se distancian de la cacería. Además, Pol llega
tarde a casa un día con una gran noticia: conoció a unas personas, una pareja,
que “vinieron por lo mismo ... y tienen uno, desde hará un mes” (Schweblin,
2021, p. 161). Esta noticia da esperanzas a Ana porque, si otra pareja lo ha
logrado, ellos también podrían hacerlo, por lo que decide preguntarle a la otra
mujer cómo ha solucionado el problema: “quizá Nabel también haya usado
velas y soñado con cosas fértiles a cada rato y ahora que lo consiguieron
puedan decirnos exactamente qué hacer” (Schweblin, 2021, p. 162).
Ana y Pol llegan a la casa de la pareja vecina y muy pronto notan que
no será fácil ver su objeto de interés, el resultado que ellos buscan y aún no
consiguen. La pareja vecina se niega a presentarlo, entonces Pol, con la excusa
de ir al baño, ingresa sin permiso a un cuarto donde es gravemente atacado
por una criatura que no se describe en detalle. Pol y Ana salen corriendo de
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la casa: “Pol tiene la camisa rota, casi perdió por completo la manga derecha
y en el brazo le sangran algunos rasguños profundos. Pronto nos acercamos
a nuestra casa a toda velocidad y a toda velocidad nos alejamos” (Schweblin,
2021, p. 166). A partir de estos indicios podemos armar que la criatura que
esta pareja tenía en su casa era monstruosa y que los protagonistas del cuento
renuncian a la búsqueda que tanto los obsesionaba al principio del relato, por
miedo a tener una criatura similar, un resultado parecido.
En el uso del fantástico, el objeto de deseo de la pareja se construye
nalmente como algo siniestro, monstruoso y, en consecuencia, se acaba
con la idealización del resultado esperado para, nalmente, abandonar la
búsqueda. En esta construcción del deseo de la maternidad está presente
la violencia en dos planos: el de la búsqueda mediante la cacería y el de la
animalidad, la violencia y la monstruosidad que caracterizan a la criatura
de la pareja vecina. La búsqueda desesperada de un hijo llevó a la pareja al
aislamiento y a la obsesión, pero, aunque hacia el nal del relato no hayan
logrado la fertilidad, sí consiguen liberarse de los mandatos sociales que
imponen la fertilidad como uno de los aspectos principales para la realización
de la vida en pareja, en una sociedad donde la infertilidad es tabú.
La vacilación, la incertidumbre y la ambigüedad son características del
género fantástico. El cuento termina sin dar respuestas a las dudas generadas
al lector y los personajes aceptan lo que sucede sin hacerse preguntas y
con total naturalidad. Esto también ocurre, por ejemplo, en el cuento “Casa
tomada” (1946) de Cortázar, en el que Irene y su hermano se ven obligados a
abandonar la casa que aman a causa de la presencia de seres desconocidos
que se apropian progresivamente de esta. Así, tanto los personajes de
Cortázar como los de Schweblin abandonan algo, se resignan a perderlo (en el
primer caso la casa, en el segundo el deseo de formar una familia) sin buscar
respuestas o poner resistencia.
Distancia de rescate: la imposibilidad de proteger a los hijos en todo momento
Distancia de rescate (2014) es una novela que tiene lugar en el campo, al igual
que el último cuento que hemos analizado. Es allí donde va a vacacionar
Amanda junto a su hija Nina y conocen a Carla, una mujer atormentada por el
envenenamiento por agrotóxicos que ha afectado a su hijo David. La novela
se desarrolla a modo de diálogo entre Amanda, que se encuentra al borde de
la muerte, y David, que la guía en la búsqueda de respuestas acerca de por
qué se encuentra en ese estado. La maternidad es un eje que atraviesa toda la
obra y que se construye en la imposibilidad de control respecto a la seguridad
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del hijo y en la necesidad de identicar constantemente los peligros que lo
acechan, como Amanda dice a Carla: “lo llamo ‘distancia de rescate, así llamo
a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día
calculandola” (Schweblin, 2020, p. 22). Además, Amanda asegura que es algo
que heredó de su propia madre, de manera que la distancia de rescate es algo
que forma parte de la historia familiar de la protagonista.
A lo largo de la novela, queda en evidencia que, aunque una madre
intente tomar todas las precauciones posibles, hay peligros que no se pueden
evitar. En el caso de Carla, por un breve descuido ante la pérdida de un caballo
en el campo, su hijo David se intoxicó y la única opción que tuvo esta madre
fue llevar al niño a la mujer de la casa verde, una curandera que realizó una
transmigración para llevar el alma del niño y parte de la intoxicación a otro
cuerpo con la nalidad de evitar su muerte. El fantástico opera en esta novela
mediante el misterio de la identidad del niño y la efectividad del ritual, porque
Carla luego de este evento ve a su hijo con otros ojos y la construcción que
hace de David es siniestra: un niño que no la llama “mamá” y al que describe
como un monstruo. Carla busca su alma, llegando a obsesionarse: continúa
revisando a todos los niños de su edad a escondidas de sus padres.
Por otro lado, Amanda, más allá de su distancia de rescate, no logra
evitar que su hija termine intoxicada como tiempo atrás ocurrió con David.
Incluso la misma Amanda se encuentra en el hospital agonizando por la
intoxicación y cerca del nal de la novela se revela que Carla llevó a Nina
hacia la casa verde para que la curandera realice el mismo procedimiento que
seis años atrás ayudó a salvar a su hijo de tres años de edad.
Hacia el nal, David ingresa al auto del marido de Amanda como si
quisiera irse con él, actuando de la misma manera en la que Nina lo hacía.
Este indicio crea la vacilación en el lector, la duda respecto a las identidades
de los niños. Además, es inevitable preguntarse si Amanda está hablando con
David o si se trata de alucinaciones producidas por la intoxicación y el estado
de agonía en el que se encuentra, un elemento que refuerza esta duda es que
la voz de David parece ser una voz adulta y no la de un niño de nueve años.
La identidad de los niños se pone en duda, ambos sufren una
transformación en la que pasan a ser extraños y desconocidos para sus
padres. Por otro lado, mediante estas transformaciones de los hijos y la
imposibilidad de protegerlos de todos los peligros que hay en el mundo, se
problematiza la maternidad y la presión que genera el mandato social de que
una buena madre jamás debe equivocarse. Las madres presentes en esta obra
han fracasado de alguna manera, perdiendo ese control que es imposible de
sostener en todo momento.
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En relación con los vínculos que se pueden establecer entre esta novela
y los cuentos de Cortázar, podemos armar que la identidad en crisis y como
dualidad es un tema en común. Se puede ser una cosa y otra al mismo tiempo,
como ocurre en el cuento “Axolotl” (1954), donde el protagonista es hombre y
pez a la vez; o en el caso de “Lejana” (1951), donde Alina, la protagonista, sabe
que tiene una doble y todo lo que le sucede, esto la lleva a acercarse a ella y
nalmente se produce un cambio de cuerpo, de identidad.
Conclusión
En conclusión, hemos podido establecer una relación entre la obra de
Schweblin y los cuentos de Cortázar, en las formas en que opera el fantástico
en el ámbito de lo cotidiano y lo familiar, problematizando cuestiones de
identidad. También, hemos puesto en evidencia que Schweblin construye la
maternidad en consonancia con la variedad de posibilidades que hay para una
noción tan compleja y diversa, en la que no hay una sola forma de ser madre
o no serlo. A lo largo de este trabajo hemos analizado cuatro construcciones
distintas de la maternidad.
En el cuento “Pájaros en la bocase maniesta el rechazo que siente la
madre por su hija a causa de su transformación y de esta forma se produce
una ruptura de la idealización de la maternidad; además, se puede advertir
una inversión en los roles que tradicionalmente se han asignado al padre y a
la madre, en el hecho de que es la madre quien se limita a proveer de alimento
a la hija mientras el padre queda a su cuidado en el hogar. En “Conservas” se
problematiza el tema del aborto con un ltro que suaviza el tema: poner a
esa hija en conserva para tenerla más adelante y que, de este modo, la mujer
no tenga que sacricar la posibilidad de cumplir otros objetivos personales a
los que no está dispuesta a renunciar. “En la estepa” construye una situación
totalmente opuesta a la anterior, al desarrollar el problema de la infertilidad.
La pareja de este cuento no logra su objetivo, pero sí puede liberarse del
mandato social que impone la fertilidad como condición necesaria para
la realización en una sociedad patriarcal en la que la infertilidad es tabú.
Finalmente, la construcción de la maternidad que Schweblin desarrolla en la
novela Distancia de rescate rompe la idea de que las madres tienen prohibido
equivocarse o cometer errores, en lo que respecta a la crianza de los hijos.
Así, la maternidad se construye de forma más realista, presentando a dos
madres que no pueden proteger en todo momento a sus hijos del peligro.
Lo siniestro y lo fantástico actúan para transformar la realidad y poner
en tensión el rol de la maternidad. Las construcciones de la maternidad en
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la obra de Schweblin que hemos analizado hacen posible otras formas de
representación que nos abren los ojos para reconocer la problemática social
de la maternidad en relación con la ruptura de representaciones caducas,
que la idealizan y silencian los aspectos más oscuros de esta noción diversa.
Referencias
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de Beauvoir, S. D. (1949). El segundo sexo. Lectulandia. Disponible en: https: //
redmovimientos.mx/wp-content/uploads/2020/07/El-segundo-
sexo.pdf
Cortázar, J. (2010a). Bestiario. Alfaguara.
Cortázar, J. (2010b). Final del juego. Alfaguara.
Di Gerónimo, M. (2004). "La noción de lo fantástico". En Narrar por knock-out.
La Poética del cuento en Julio Cortázar. Simurg.
Jackson, R. (1986). Fantasy. Literatura y subversión. Catálogos.
Schweblin, S. (2020). Distancia de rescate. Penguin Random House.
Schweblin, S. (2021). Pájaros en la boca y otros cuentos. Penguin Random House.
Todorov, T. (1981). "Denición de lo fantástico". En Introducción a la literatura
Fantástica. Ediciones Coyoacán.
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