“En la estepa”: la infertilidad como tabú y la obligación social de procrear
El cuento “En la estepa” (2009), presenta una construcción de la maternidad
que contrasta con el último caso analizado: la búsqueda de la fertilidad. Una
pareja que no puede procrear se aísla en el campo para buscar alternativas que
permitan lograr la fertilidad tan deseada. Ana, la mujer que desea ser madre,
aprovecha sus horas de soledad para buscar algún método que solucione
el problema: “cuando uno está desesperado, cuando se ha llegado al límite,
como nosotros, entonces las soluciones más simples, las velas, los inciensos y
cualquier consejo de revista parece opciones razonables” (Schweblin, 2021, p.
159). Aunque la mujer esté dispuesta a probar métodos alternativos, asegura
que “hay muchas recetas para la fertilidad, y no todas son conables, así que
apuesto a las más verosímiles y sigo rigurosamente sus métodos” (Schweblin,
2021, p. 159).
En paralelo a la investigación privada de Ana, la pareja sale por las
noches, campo adentro, a cazar. No se detalla qué buscan, pero queda claro
que hay una conexión con la maternidad: “siempre me pregunté cómo serán
realmente. Algunas veces conversamos sobre esto. Creo que son iguales a los
de la ciudad, solo que más rústicos, más salvajes. Para Pol, en cambio, son
denitivamente diferentes” (Schweblin, 2021, p. 160).
El fantástico opera en este cuento generando dudas acerca de qué es
lo que está buscando la pareja, porque el acto de salir a cazar sin obtener
resultados puede hacer referencia a la frustración que genera la dicultad
de procrear o puede también interpretarse como un acto desesperado por
encontrar de manera externa lo que no logran conseguir por deseo propio o
por imposición social. Sin embargo, al mismo tiempo, la mujer busca métodos
para solucionar el problema que se distancian de la cacería. Además, Pol llega
tarde a casa un día con una gran noticia: conoció a unas personas, una pareja,
que “vinieron por lo mismo ... y tienen uno, desde hará un mes” (Schweblin,
2021, p. 161). Esta noticia da esperanzas a Ana porque, si otra pareja lo ha
logrado, ellos también podrían hacerlo, por lo que decide preguntarle a la otra
mujer cómo ha solucionado el problema: “quizá Nabel también haya usado
velas y soñado con cosas fértiles a cada rato y ahora que lo consiguieron
puedan decirnos exactamente qué hacer” (Schweblin, 2021, p. 162).
Ana y Pol llegan a la casa de la pareja vecina y muy pronto notan que
no será fácil ver su objeto de interés, el resultado que ellos buscan y aún no
consiguen. La pareja vecina se niega a presentarlo, entonces Pol, con la excusa
de ir al baño, ingresa sin permiso a un cuarto donde es gravemente atacado
por una criatura que no se describe en detalle. Pol y Ana salen corriendo de
Brenda Isabel Herrero Pagura
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