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Recial Vol. XV. N° 26 (Julio-diciembre 2024) ISSN 2718-658X. Ulla Szaszak Bongartz, Las poéticas y
performances del nombre propio en la literatura (1980-2020): Una introducción, pp. 182-200.
durante el XIX) (Palti, 2003)—, durante el último tramo del siglo XX, se lo posiciona sin
ambages en el centro y como un lugar de pregunta, lo cual también prepara el terreno para su
momento más intenso de desmontaje: la posmodernidad. Así, enmarcado en ella, el tipo de
encuadre teórico imagina los sujetos como descentrados, fragmentados, en “proceso”
(Kristeva, 1981), como “posicionalidades relacionales” (Hall, 2003), como resultado de actos
performativos reiterados (Butler, 2007), de prácticas discursivas y “posiciones de sujeto”
(Foucault, 2002) o de la dialéctica entre mismidad e ipseidad propia de la lógica temporal y
narrativa (Ricoeur, 2006), entre otras. Ahora bien, como reverso, aquello que atañe a la
categoría de la identidad se entiende, en esta franja temporal, en alguna medida en términos
situados, y se extiende y adquiere gran peso específico; con lo cual, por ejemplo, los estudios
culturales pasan a ocuparse de esas especificidades identitarias (Topuzian, 2008) y surgen, en
distintos ámbitos teóricos y de activismo, las políticas de la identidad. De este modo, si en la
posmodernidad el sujeto se “desustancializa” (Palti, 2003, p. 134), y al mismo tiempo cobra
fuerza la pregunta por la identidad, no parece extraño que en ese punto exacto se abra un
espacio de interrogación también en la literatura. Esto es, la pregunta por las formas de
anudamiento y desanudamiento entre la identidad-subjetividad textual y el nombre propio de
los personajes, y sus consecuencias en cada caso, como también para la literatura y para los
universos diegéticos y conceptuales.
El nombre propio como modulador de la identidad
Hecho este breve recorrido, y a partir de un punto de vista que desancla la fijeza del referente
portador-de-un-nombre —frente a la teoría filosófica antidescriptivista (pero también la
descriptivista)—, e incorpora las teorías posmodernas y postestructuralistas en torno a la
identidad y a la subjetividad, es necesario indicar que una de las hipótesis que sirve de eje
vertebrador de este trabajo es que la identidad personal de los personajes considerados (pero
también de las personas en general), se encuentra anudada al nombre propio. Esto significa
que hay entre ambos una zona de intercambio, de sensibilidad y de influjos recíprocos que
suponen formas de complementariedad, o bien de distancias y de desajustes (que pueden ser
paródicos, irónicos, producto de un ejercicio colonizador, etc.). Slavoj Žižek se refiere a un
significante que, en el campo ideológico, oficia de “punto de acolchado” (o point de capiton,
concepto de Lacan), esto es, que funciona como un término unificador que organiza valencias
heterogéneas o, como él señala, como el elemento que produce una totalización que fija y
detiene a los elementos sueltos en “una red estructurada de significado” (Žižek, 2003, pp. 125-
126). Extrapolando esta idea, es posible señalar que es aquí el nombre propio mismo el que
cumple dicho rol y el que alberga, en retrospectiva, el efecto identitario. Lo importante es que,
en cualquier caso, las performances nominales que juegan en el anudamiento o des-
anudamiento de los mencionados elementos tienen consecuencias subjetivas, identitarias,
estéticas y/o diegéticas. En la medida en que el nombre propio unifica las valencias subjetivas
múltiples en un único signo y “contiene en sí mismo su multiplicidad ya domesticada” (Deleuze
y Guattari, 2002, p. 34), confiere también una identidad contingente a la persona nombrada. Es
por eso que no parece excesivo admitir la función del nombre propio como un foco organizador,
“totalizador” y fijador de una subjetividad, que adopta esa función al tiempo que la constituye
en un gesto inaugural. Por ende, si el nombre propio sufre modificaciones habrá también,
previsiblemente, mutaciones subjetivas en su portador. En este sentido, el nombre propio
deviene modulador de la identidad. Procede, entonces, como un operador activo que interactúa