Revista de Educación en Biología, Vol. 27, Nº 1, Enero 2024 | Página 7
Artículos
selección de contenidos en tanto dene la cotidianidad del ejercicio de la enseñanza y en
ese sentido participa de la identidad o particularidad de un proyecto educativo. Por lo tanto,
son la institución y el equipo docente los que terminan deniendo a lo largo de los años,
la organización de los contenidos desde su propia lógica de continuidad, consideramos que
cada institución escolar tiene su propio sello de identidad, su forma de hacer las cosas.
Todas las características mencionadas hasta este momento del desarrollo juegan
un papel relevante para la enseñanza - aprendizaje de las ciencias naturales. Ahora bien,
dado que los contenidos, las programaciones y su secuenciación ocurren siempre en un
determinado marco temporal que en muchos casos establece límites y oportunidades
para el desarrollo de la enseñanza, es necesario pensar justamente en la organización del
tiempo en el desarrollo de la clase. La espiralización de los contenidos en la enseñanza de
las ciencias naturales exige no solo pensar la disposición secuencial de los contenidos y las
estrategias, sino también el tiempo como recurso pedagógico y posibilitador.
Donde la relevancia del tiempo como recurso didáctico se vuelve absolutamente
central es cuando pensamos la programación de los contenidos, su secuenciación y las
actividades asociadas. Camillioni (2007) señala que la programación, entendida como el
ordenamiento secuencial de los contenidos en función de las relaciones que se esperan
que el o la estudiante establezca entre ellos, exige al docente la consideración del orden,
la complejidad y el tiempo empleado en cada actividad. Por tal motivo, la relación que
existe entre la distribución de tiempos, la selección de contenidos y de estrategias de
enseñanza y la construcción de secuencias de presentación de contenidos y de actividades
de aprendizaje es muy estrecha y constituye una estructura que dene aspectos centrales
de la tarea pedagógica del docente en el aula.
Así, programar una secuencia de contenidos requiere de un análisis exhaustivo del
uso del tiempo, no solo de cuánto tiempo demandará la secuencia del mismo a lo largo
de las semanas (por ejemplo, comienzo de la temática: indagación de la ideas previas,
presentación del problema, actividades para su resolución, búsqueda de información,
desarrollo y puesta en común, evaluación, entre diversas actividades que propone el
docente en el desarrollo de la misma), sino cómo resolver el uso del tiempo y la enseñanza
en cada microclase de esa secuencia. Las actividades que componen cada clase tienen un
ritmo y una dicultad, lo cual supone un reto para el o la docente ya que una velocidad y
complejidad mayor favorecen a ciertos alumnos y viceversa (Camilloni et al., 2007) .
De esta manera, el espacio-tiempo escolar no debería funcionar como un obstáculo
sino como un escenario que permita actitudes más exibles en la gestión de los tiempos
de clase. Habiendo establecido la relevancia del tiempo para una enseñanza caracterizada
por la progresividad, continuidad y espiralización de los contenidos, podemos discutir como
de hecho funciona el tiempo escolar en el caso particular de las ciencias naturales en la
provincia de Buenos Aires. Es importante notar en este punto, que el tiempo destinado
para la materia en cuestión son dos horas semanales.
Consideramos que sostener un modelo de enseñanza por investigación como el
propuesto por el Diseño Curricular acorde con las ciencias naturales requiere de cierta