Número 12

Año 2024

Del desplazarse en la noche

Reseña del libro Martinelli, L. (2022). Rondas nocturnas. Sexo, reclusión y extravío en el cine argentino. Argentina: Fundación CICCUS – Escuela Nacional de Realización y Experimentación Cinematográfica

From moving at night

Review of the book Martinelli, L. (2022). Rondas nocturnas. Sex, reclusion and misplacement in Argentine cinema. Argentina: Fundación CICCUS - Escuela Nacional de Realización y Experimentación Cinematográfica.

Pedro Berardi

Universidad Nacional de Mar del Plata

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Mar del Plata, Argentina

pedroaberardi@gmail.com 

DOI: https://doi.org/10.55442/tomauno.n12.2024.47093 

ARK: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s22504524/qux1kljqo 

TOMA UNO, Nº 12, 2024 - https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/index
ISSN 2313-9692 (impreso) | e-ISSN 2250-4524 (electrónico)

Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-Sin Derivadas2.5 Argentina.

Rondas nocturnas… propone, a la vez que se cifra en, los pliegues de una cartografía del cine argentino que habilita los desbordes. Sobre los marcos de posibilidades que configuraron los momentos de la modernidad cinematográfica, situados a comienzos de los años 60 y en las dos décadas que enmarcaron el cambio de siglo —por sus aparentes rupturas estéticas e innovaciones del lenguaje propiciadas por la renovación técnica—, indaga en las eclosiones de la sexualidad y sus variantes representaciones visuales, desde una mirada que pone énfasis en las múltiples tensiones que permearon también al gesto de hacerlas visibles.

En este sentido, la operación realizada por Martinelli sobre un exhaustivo corpus fílmico no busca solamente rescatar formas como sujetos deseantes y principalmente constituidxs de identidades que tuercen los esquemas heteronormativos hegemónicos. El autor observa, además, cómo las películas de su pesquisa contienen un sentido represivo que intenta controlar a estos sujetos y, de igual manera, negarlxs para restituirlxs a una condición de abyectxs. A partir de esta clave muy sugerente, mediante los films, se cristalizan cuerpos que componen también territorialidades en disputa superpuestas a otros territorios. De allí la relevancia conferida, aunque no de manera exclusiva, a los márgenes en una acepción dual: sujetos margindxs y marginales, por reconocerse en identidades en tránsito, no binarixs, fuertemente gozosxs; y las geografías igualmente marginales que zonifican y son el sustrato de sus intervenciones públicas, pero también de la opacidad figurada en las instituciones que aseguran su encierro y ocultamiento.

En este recorrido, se le instituye al cine (o al menos a determinadas zonas) una notoria capacidad de agencia, calibrada en la producción de sentidos para las audiencias, acerca de aquello que se conjuga en el deseo y en su exhibición. Reconocimiento al que el mismo autor invita, al reponer en un pasaje inicial la vitalidad fulgurante que supuso al reconocer(se) en la pantalla a partir de la representación gay, renuente de juicios morales, sin exacerbaciones, de Vil romance (2008), realizada por José Celestino Campusano. Sobre esa capacidad de representación, cruzada por la misma experiencia, el cine —interpreta Martinelli— puede volverse un activo agente que se intercepta en la teoría y en la praxis sociopolítica.

Desde esta dimensión, ahonda en una relación dialéctica según la cual los abordajes posibles acerca de las múltiples identidades de género se espejan, más allá de las imágenes, en un cambio epocal que distendió las miradas sociales, dando lugar a un conjunto más amplio de películas que abordaron a esas identidades y sus modos de vivir. Producto incuestionable de la acción movilizadora de diversos colectivos que tomaron fuerza durante las últimas décadas, en sintonía con los marcos legales que promovieron la ampliación de derechos, como la sanción del Matrimonio Igualitario, en 2010, y, dos años después, la Ley de Identidad de Género. Pero allí donde el territorio de la ley encuentra sus limitaciones performativas, el cine ahonda en cesuras que guían la mirada sobre la heterogeneidad de las sexualidades, sobre todo, en sus exclusiones. Esto constituye, en esta obra, el nudo fundamental de esa relación.

Sobre las figuraciones de la exclusión y lxs excluidxs de distinta condición, se han entramado las representaciones que conjugaron la cinematografía local. El autor vuelve incluso sobre la tradición clasicista para identificar algunas genealogías que remiten al retrato social acerca de la explotación, la violencia desoladora del paisaje en cierto tratamiento nativista y el dolor de cuerpos que son sometidos a las lógicas del mundo del trabajo. Se mueve igualmente sobre los códigos y engranajes de lo que ha supuesto el amoldamiento a ciertos géneros cinematográficos, fuente de un cine más reciente que se permite mayores holguras para tratar algunos tópicos.

Así, la exclusión se activa como mecanismo de señalamiento, ruptura y reordenamiento allí donde las leyes y los actores sociales lograron reconocerse y ser reconocidxs. Las películas que aquí se mapean, se estructuran en torno a una primera consideración que les otorga un sentido. Como la exclusión es una relación de poder, opera estableciendo demarcaciones que aúnan en las sexualidades criterios de clase, de racialidad, de modulaciones dirigidas al cuerpo en pos de ajustarlo a patrones dominantes de belleza y bienestar. Y aquí los intersticios hallados en las imágenes, que permiten librar esa batalla.

Considerando que los períodos antes consignados ofrecen, en sus desplazamientos a la modernidad cinematográfica como social y en menor medida política —aún sobre la devastación de la crisis arrastrada de los años 90—, los intersticios para el estallido de las sexualidades representadas, para el análisis, se eligen dos tópicos que las ordenan: la reclusión y el extravío.

En sus dos vertientes —sanitaria y disolutiva—, la reclusión remite al encierro. La primera, a objetos de la regeneración, de la corrección de lo desviado; y la segunda vertiente, al aseguramiento de la eliminación, de la desaparición del cuerpo indeseable. El extravío, en sus tres modulaciones —lo migratorio, el yire y lo criminal— constituye, por el contrario, la plasmación del movimiento. Son los cuerpos en permanente deambulación, en ebullición, expuestos a la violencia, al riesgo de su laceración o de la muerte, pero como contracara ineludible del aprisionamiento; conjugados en una efusividad desbordante que pugna por sacarlos del ostracismo de la noche.

Biografía

Pedro Berardi

Doctor en Historia. Becario posdoctoral de CONICET y ayudante graduado en Cultura y Sociedad y Narrativas Audiovisuales de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Audiovisual, Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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Cómo citar este artículo:

Berardi, P. (2024). Del desplazarse en la noche. Reseña de: Martinelli, L. (2022). Rondas nocturnas. Sexo, reclusión y extravío en el cine argentino. Argentina: Fundación CICCUS – Escuela Nacional de Realización y Experimentación Cinematográfica. TOMA UNO, 12. https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/article/view/47093