Cuando hacemos las cosas mal. La disminución de la capa de ozono y el cambio climático, dos problemas ambientales a escala global

Abstract

Las consecuencias ambientales de este incremento van de graves a gravísimas, ya que pueden sumarse a los efectos ya mencionados, la disminución de la población de especies, la ruptura de ciclos biológicos, la aparición de eventos extremos como por ejemplo lluvias muy fuertes, sequías o inundaciones, etc. El impacto de estas consecuencias puede variar de acuerdo a los distintos escenarios futuros que se planteen; desde tomar acciones inmediatas y disminuir drásticamente las emisiones de gases invernadero a la atmósfera, hasta no hacer nada y creer que nada va a pasar. Aún en los escenarios más benignos, las consecuencias no pueden revertirse a corto o mediano plazo; y en el peor escenario, la temperatura del planeta podría aumentar para fines de este siglo entre 5 y 6 °C. Esta situación es un verdadero cataclismo para todas aquellas especies que no puedan adaptarse rápidamente a los cambios de temperatura.

Es en este momento cuando se requieren de acciones concretas para que los efectos del calentamiento global sean minimizados. La mayoría de los gobiernos de los países con mayor conciencia ambiental comienzan a tomar acciones concretas para hacerlo; otros, en cambio, estratégicamente realizan sólo acciones distractivas y finalmente, sólo unos pocos consideran que el cambio en el clima sólo se debe a procesos naturales periódicos.

Nosotros como parte de la humanidad que somos, debemos tomar acciones cotidianas tendientes a reducir las emisiones de estos gases a la atmósfera, como por ejemplo reducir el consumo energético y reutilizar o reciclar aquello que consideremos posible. En nuestras manos está lo que dejemos luego de nuestro paso por la Tierra.