La poesía y el mal de vivir: Amelia Rosselli e Hilda Hilst, un diálogo

Resumen

El artículo pretende poner en contacto la poesía femenina de dos poetas geniales y particulares: Amelia Rosselli y Hilda Hilst. Cada una con su modo y estilo de escribir y concebir la poesía, con recorridos e historias de vida peculiares, tematizan el amor como deseo y pulsión de vida y de muerte, Eros y Thanatos, mostrando que los momentos “más íntimos y profundos de la experiencia individual pueden generar una poesía de inquietante fuerza poética” (Bosi 1997). En Rosselli, el trauma originado por la muerte del padre dio origen a sufrimientos psíquicos irreparables, a manías de persecución y delirios obsesivos que atormentaron su vida, la llevaron a constantes internaciones y, finalmente, motivaron su suicidio. La historia de su escritura poética se confunde con la historia de su propia vida. En Hilst, el deseo asociado a la pulsión de muerte aparece representado, así como en Rosselli, en el constante diálogo con los muertos, en la evocación de los mitos clásicos, envueltos en una atmósfera erótica y mística, onírica y mnemónica, dando origen a una poesía que se corporifica por medio de una escritura vacilante, fragmentada, obsesiva y profundamente vigorosa.