Discurso pronunciado en la Inauguración de Cursos y Colación de Grados de 1943 por el Profesor Victorio Urciuolo

Abstract

La iniciación de un nuevo curso escolar no debía ser sino la repetición de un acto, común en un instituto de enseñanza, pero como todo aquello que se vincula a las etapas fundamentales de la vida, tiene en cada oportunidad la emoción de un hecho nuevo que sacude profundamente lo más íntimo de nuestro ser. En esta época que nos toca vivir, cuando aparece oscuro e incierto el destino de la humanidad, cuando se sienten conmovidas las bases mismas de la organización social, la repetición de este hecho de la vida normal, cobra aún relieves más salientes al señalar un privilegio de la Providencia por haber mantenido a nuestro país alejado de la vorágine. Este alejamiento no importa, de ningún modo, indiferencia y, en ese sentido, estoy seguro que en este momento, en el corazón de todos nosotros florece, en especial, un recuerdo emocionado para aquella juventud alejada del aula y para tantos maestros y hombres de ciencia apartados de sus nobles tareas.