Vol. 11 No. 22 (2022): Cartografías críticas del(os) territorio(s): perspectivas descoloniales, experiencias de resistencia y diálogo de saberes. Parte II
Este dossier, que titulamos como Cartografías críticas del(os) territorio(s): perspectivas descoloniales, experiencias de resistencia y diálogo de saberes. Parte II, reúne tanto una diversidad de experiencias de investigación comprometida como también espacios de encuentro entre academicxs e interlocutores extra-académicos cuyo espíritu de reflexión se inspira en pensar cómo el territorio, como práctica y como concepto, afecta, atraviesa y se interpone en la vida cotidiana, múltiples escalas glo-cales que atraviesan a diversos agentes sociales, especialmente aquellas subalternidades latino-americanas.
Pensar en esta línea implica reubicar las coordenadas teórico, epistemológicas y políticas acerca del término territorio y también de lo que en nombre del concepto se hace, en la práctica. Cuestión clave en nuestra Abya yala, en tanto el territorio es no sólo un concepto académico, que usamos intelectuales para dar cuenta de las relaciones espacio/poder (Haesbaert, 2011) sino también una categoría nativa o de la práctica de los mismos colectivos socioterritoriales (Mançano Fernandez, 2005) étnico-territoriales (Escobar, 2014) que es usado para sus procesos de r-existencia (Porto Gonçalvez, 2015). Es decir, para pensar no sólo aquellas dinámicas que afectan la reproducción de la vida, que inspiran resistencias, sino también a luchas y modos de re-existir que abren a nuevos horizontes epistémicos y políticos.
El eje denominador de estos trabajos es la perspectiva crítica y descolonial desde el Afro-Abya Yala entramados en la clave del giro territorial o multiterritorial (Haesbaert, 2021). Como sostuvimos en el primer volumen de estos dossiers, hemos priorizado reunir experiencias que, desde los múltiples lugares (y si se quiere territorios), aporten a la visibilización, al diálogo y la ecología de saberes sobre el mismo concepto de territorio y sus múltiples entendimientos. Ello implica dialogar con las ciencias sociales, pero sobre todo hacia fuera de ella, allí en el espacio de las prácticas donde habitan y se sufren las mismas dinámicas que en nuestro continente entendemos como “territoriales” y muchas veces, a pesar de ser un debate con más necesidad de precisión “ambientales” pero que involucra ciertas dinámicas ya sabidas del capitaloceno y los consecuentes daños del modelo de acumulación por desposesión en esta etapa del neoliberalismo. Así, aquí entendemos que es cada vez más importante el diálogo tanto inter-transdisciplinar, en la academia, como sobre todo de esta con sus puertas afuera. Por ello además de inter o transdisciplinar es “ecológico” en el sentido de la “ecología de saberes” que a partir del mismo “diálogo de saberes” al decir de Boaventura de Souza Santos (2009) se inspire en los mismos territorios de r-existencia (Porto Gonçalvez, 2015; Haesbaert, 2021) para reconocer ahí entendimientos, problemáticas y perspectivas del mundo, ontologías, epistemologías y maneras otras de ser, sentipensar y estar en y desde los territorios.