v. 1 n. 1 (2010): Dossier: Lengua y Literatura en los procesos de emancipación
En el caso de la investigación académica en literatura subyace un problema previo. Si la lingüística goza de modo más firme del reconocimiento del estatuto científico de sus estudios, sobre la investigación literaria se cierne todavía una sombra de sospecha. El maridaje arte-ciencia, la posibilidad de acceder a un conocimiento con base científica de la creación literaria es impugnado desde algunos sectores. Sin embargo, alegamos, que un conjunto de saberes teóricos proporcionan a los investigadores herramientas conceptuales operativas no sólo para describir sino también para llegar a proporcionar una interpretación fundada de las obras literarias. El hecho artístico, por su carácter único, individual, histórico, no predecible, ni repetible ni cuantificable, impone una manera distinta de conocimiento que el de un objeto que responde fatalmente a leyes, dadas ciertas condiciones. Su singularidad no impide el conocimiento de su modo de construcción o los efectos de sentido que su autor, consciente o inconscientemente, pone en marcha en el enunciado. Si el sentido de una obra estética es inagotable, cabe la posibilidad de acceder a una “verdad posible”, una verdad parcial e inestable, sin garantías, ni verificación, pero sostenida en procesos racionales y principios teóricos.